Es cierto que estar solo no es lo mismo que ser solitario.
Se puede estar solo, y tener una vida llena y rica en vivencias.
Nunca está el ser humano tan solo como en medio de una muchedumbre anónima…
Ser solitario, puede ser una necesidad íntima de construcción propia, de salvaguarda
de su identidad a partir de la cual darse, entregarse, irradiar…
Sentirse solitario, en medio de gente que se equivoca, es una gran soledad…
Aunque hay que vigilar de no pensar que alrededor de sí, todo el mundo se equivoca,
Eso sería otro escollo.
Y por último, la soledad del ser humano es “congénita”.El misterio de la Persona
lleva en sí una individualidad intransferible y única. Es lo que en lenguaje místico
se llama el “Jardín secreto” inviolable, que ni la unión conyugal debe franquear
sin faltar al respeto. Es nuestra libertad interior la que funda la alteridad y la diferencia.
Es en esa alteridad que nos construimos unos a otros.
El ser humano es un ser sociable...
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