Es muy fácil tener alimentos deshidratados en casa, además es muy sano, porque conservas la mayoría de las vitaminas de la fruta fresca y te dura mucho más tiempo.
La idea es sencilla, con muebles desechados (todo el mundo tiene uno que está en un rincón
sin usar o alguien o en la misma basura se encuentran tesoros) creamos una estructura que bien pensada se puede convertir en nuestro siguiente aparato de cocina con coste mínimo. ¡Un armario de cocina, un taburete y un cajón! Las medidas la dan los materiales.
Este modelo es el que mejor he encontrado que se adapta a un uso familiar en casi cualquier tipo de clima y entorno.
Reutilizar es la clave.
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