La Cruz Gloriosa, ignorar dicho significado equivaldría a perdernos la oportunidad de participar más directamente del misterio del Amor cristiano: “Amaos como yo os he amado” (Jn. 13,34) pero ¿como nos ha amado el Señor? “Cuando éramos sus enemigos” (Rom.5, 6-10). Veamos que se desprende del misterio.
No fue hasta el siglo IV cuando la cruz se convirtió en el símbolo predilecto para representar a Cristo y su misterio de salvación. Fue gracias a Constantino y a su madre Elena cuando la atención de los cristianos a la cruz fue creciendo, de tal modo que desde el siglo V en Oriente y desde el VII en Occidente se celebra el 14 de septiembre la fiesta de la Exaltación de la Cruz.
__________________
Pero ¿Qué significado encierra el hecho de ser alzada? ¿Es casualidad o tiene una importancia determinada que ignoramos?
Una de las respuestas la encontramos en el libro de los Números, en un relato en el que los Israelitas son atacados por serpientes enviadas por Dios para castigar la murmuración de su pueblo, fruto de su rebeldía. Moisés, intercediendo por el pueblo, pide a Dios un remedio que permita sobrevivir a los que han sido mordidos, y el Señor le responde:”Hazte un Abrasador y ponlo sobre un mástil. Todo el que haya sido mordido y lo mire, vivirá” (Num.21,8). De la misma manera que todo Israelita que mirara la serpiente colgada del mástil quedaba salvo así todo aquel que mira la cruz levantada recibe la salvación, porque experimenta dentro de su ser el perdón de los pecados.
____________________
La Cruz, sobre la que Cristo reina, tiene una dimensión mucho más trascendente de la que podamos imaginar.
(Aquí, referencia a “La escala de Jacob demasiado extenso para citarlo)__________________
La Cruz es esta “escalera de Jacob” que permite al hombre llamar a Dios Abba, Padre; esta escalera que acerca la criatura al creador, que permite al que se había alejado retornar a la casa del Padre. En definitiva, la Cruz es el medio que Dios ha pensado para reconciliarnos con él y para poder darnos de su naturaleza divina, de modo que ya ni la altura ni la profundidad nos podrán separar de Dios (Rom. 8,35).
¤¤¤
¡BUENOS DÍAS!
Quetal