Cada cual tiene en sí mismo
fuerzas positivas y negativas
que le empujan,
según las circunstancias,
a ser su mejor amigo
o su peor enemigo.
Hay que saber dominarse uno mismo
y convertirse en
el más sólido aliado.
Eso quiere decir no infravalorarse,
confiar en ti mismo,
cuidarse, identificar y dominar debilidades,
no ser destructor.
El que sabe vencerse a sí mismo
no debe ya temer a nadie.
D.A.
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