Autocontrol, habilidad que puedes reforzar
Autocontrol, esa habilidad de asir las riendas de nuestras emociones, en especial de las fuertes como la ira. Apelamos a nuestra capacidad de autocontrol por ejemplo, cuando nos enfocamos en una tarea que debemos realizar sin distraernos. ¿Pero qué sucede cuando nos sentimos desbordados frecuentemente? ¿Cómo se puede reforzar? ¿Qué aspectos destacan de su trabajo en terapia?
Al igual que otras emociones, la ira nos ayuda a responder adecuadamente según nuestra cultura, a lo que sucede en el entorno. Sin embargo, cuando la experimentamos durante un tiempo prolongado y simplemente la seguimos, nos lleva a realizar actos de los que nos arrepentimos, afectando nuestra autoestima y convirtiéndose en un obstáculo para alcanzar metas. De ahí la importancia de pensarla, atrevernos a cuestionarla y a enfrentar sus respuestas.
La ira que aparece súbita ante un hecho que nos frustra, nos impide distinguir y pensar las cosas con claridad. Suele relacionarse con agresiones recibidas reales o no, limitaciones a nuestros deseos y/o derechos. Si dedicamos el tiempo suficiente para ver con cuidado en nuestro interior, notaremos que muchas veces encubre otras emocines, como tristeza por sentirnos decepcionados, e incluso miedo de salir muy perjudicados.
La palabra autocontrol, suele ser equiparada sólo con limitación de conductas inconvenientes. Sin embargo, trabajar esta habilidad tiene que ver con incorporar conductas que influyan en la probabilidad y manera en que sucedan otras.
En terapia se aborda también la capacidad de observar la propia conducta, de modo de reconocer y comprender aspectos problemáticos, así como las características de las situaciones en las que afloran. Nuestro papel en el proceso de cambio y aprendizaje, se alía con la motivación y las ventajas de reforzar el autocontrol.
Al aceptar que ese comportamiento que no nos gusta es parte de nosotros, reconociéndonos como responsables de nuestras propias acciones, sin justificarlas ni culparnos o culpar a los demás, al reconocer que podemos decidir, ganamos en tranquilidad y ya no va siendo tan fácil que nos desbordemos. Para hablar de autocontrol, los nuevos patrones que ponemos en marcha no deben responder a presiones exteriores.
Ejercicio
* Anota 2 o 3 situaciones relativamente recientes, en las que experimentaras una fuerte emoción. Incluye al menos una en la que consideres que comunicaste tus sentimientos adecuadamente, y otra en la que no. ¿Qué diferencias ves?
--> Al estar en un entorno estresante, cuenta hasta 10 antes de responderle a alguien, piensa cómo te gustaría que se comportaran contigo si estuvieras en su lugar.
--> Si estás muy cansado, mejor intenta posponer la conversación. Algunas personas creen que es más eficiente continuar y atender todo aún cuando están exhaustas, sin embargo en algunas ocasiones menos es más.
--> Los ejercicios de relajación añadidos a la rutina diaria, son una herramienta más que útil.
Al trabajar sentimientos como la ira, se logran modificaciones sustanciales en situaciones problemáticas presentes, incorporándose otras formas de conducirse. Reforzar la habilidad de autocontrol, es un camino de comprensión y conexión con nuestra forma de entender el mundo, nuestros pensamientos, sentimientos y acciones.
lamlenteesmaravillosa.com