Qué hacer con los niños en un divorcio
El divorcio suele ser una de las etapas más dolorosas para cualquier pareja, una separación no solamente puede traer consecuencias psicológicas tanto para el hombre como la mujer, sino también para los niños. En muchas ocasiones una separación suele ser considerada un fracaso más en la vida, ya que la realización personal de la pareja y la generación de una familia propia se vio frustrada por diversos problemas.
Si la pareja tiene hijos de corta edad, este momento en sus vidas los marcará para siempre y puede que los afecte de forma muy severa en todo momento. Para tratar de disminuir el impacto que la separación de los padres afecta a los niños es importante tratar de tomar determinadas medidas las cuales ayudarán a que el niño pueda también superar esa difícil situación.
Cómo explicar el tema a los hijos
Uno de los principales conceptos que tenemos que mantener presente, es que un divorcio no debe significar para los hijos la ausencia de cariño de sus padres. Los hijos seguirán recibiendo la atención y todo el amor que ellos necesitan, especialmente en los primeros años de su vida. También es importante la presencia de ambos familiares, los mismos tiene que estar presentes de forma equitativa y acompañar a los hijos así como también compartir la mayor parte del tiempo juntos.
Un divorcio no puede ser considerado como un fracaso familiar, sino que el matrimonio no funcionó de la manera que esperábamos por diversas razones. Pero una separación no debe significar la destrucción de la familia o el fracaso familiar. Algunos valores como la unión, el respeto mutuo, el cariño, la solidaridad, deben mantenerse siempre con los hijos y con los seres queridos.
Las actitudes que tengan los padres frente a sus vástagos es de gran importancia. Por ejemplo una de las formas de demostrar dichos sentimientos pueden estar presentes ambos familiares en algunas etapas destacadas de la vida de los niños, como su cumpleaños, su primera comunión, estar presentes en algunas fiestas tradicionales como Navidad, etc. Esto no solamente muestra al niño que el divorcio no ha afectado el amor que sus padres poseen hacia él, sino que el impacto en su estado emocional del mismo será mucho menor.
Los hijos no deben ser rehenes
En muchas parejas que recientemente se separan, suelen padecer algunos sentimientos encontrados y muy negativos, la rabia, frustración, sufrimiento, impotencia, y hasta planes de venganza pueden ser algunos de los trastornos psicológicos más frecuentes en las parejas recién separadas. Estos estados emocionales no deben afectar en los hijos.
Las diputas de una pareja y su entorno en un proceso de separación suelen aparejar conflictos, confrontaciones y discusiones. Y las personas más afectadas por ello son los los hijos. No es aconsejable que los niños vean dichos estados emocionales negativos de sus padres.
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