El combate contra el miedo
Nuestra vida está llena de buenas ideas que queremos llevar a la práctica, ya sea para conquistar a esa persona de la que estamos enamorados, para emprender algo nuevo y generar nuevas fuentes de ingresos, etc. Lamentablemente, a menudo sucede que hay algo que nos paraliza y no nos permite actuar, una "fuerza extraña" que nos previene sobre lo que queremos emprender y nos deja paralizados y pensando en todas las razones posibles por lo que esta idea no tiene sentido y va a salir mal. Eso se llama miedo.
El temor, el miedo y el pánico
Existe una diferencia sustancial entre el temor, el miedo y el pánico. El primero, es normal que suceda cada vez que vamos a emprender algo nuevo, es natural tener algunos temores que a medida que se va actuando se van dejando de lado y superando, estos temores no nos impiden actuar en la línea que queremos. El miedo ya es paralizante, aunque no totalmente, porque tarde o temprano tenemos que enfrentarnos a él e intentar vencerle. En cambio, el pánico, suele ser totalmente paralizante tanto a un nivel físico como a un nivlel mental. Todo nos parece amenazante, la ansiedad va en aumento, vivimos encerrados dentro y fuera de nosotros mismos y sentimos que no tenemos salida.
Este artículo va a hablar de la emoción intermedia, el miedo. Así, para poder vencerlo de manera eficaz, a continuación se describen un par de ejercicios que pueden ayudar.
Para vencer el miedo
Cuando el miedo lo genera un estímulo y la ansiedad va subiendo de nivel, puede ser recomendable seguir con la exposición al estímulo que genera la emoción y sólo salir de la situación cuando el miedo haya alcanzado su pico de intensidad y comience a descender. La emoción que porovocan los estímulos va disminuyendo de intensidad a medida que aumentan las exposiciones al mismo, siempre que dejemos que en la propia exposición se produzca una habituación.
Otra manera efectiva de poder vencer el miedo, es cuando pensamos todas las posibilidades preguntarnos qué es lo peor que podría pasar. Esta pregunta, aunque parece obvia no lo es tanto, ya que nos pone en contacto con esos sentimientos y emociones que nos impiden comenzar. Así, generalmente nos damos cuenta que lo peor que podría pasar es de alguna forma asumible. Esta relativización hace que seamos conscientes de que aunque pase lo peor, vamos a poder seguir viviendo.
Por lo anterior, cada vez que querramos emprender algo, proponerle una cita a esa persona especial o cualquier otra cosa que querramos encarar y nos venga el miedo, podemos condicionarlo aplicando estas dos opciones, o alguna de ellas, en lugar de que sea él quien ponga las condiciones. También existen otra infinidad de ejercicios y pensamientos positivos para vencer al miedo, lo más importante es poder vencerlo y de esta manera lograr lo que queremos de manera eficaz, sana y con el menor nivel de ansiedad y temor posibles, sabiendo que puede salir mal y eso es una posibilidad, pero que eso no es motivo para no intentarlo.
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