Ofrenda
¡Ah! yo que en torno de su sien he visto
perennemente suspendida el alba, y
encenderse en el cielo de tus
ojos como una estrella el resplandor de
tu alma, ha querido mi ofrenda de poeta
consagrar a tu imagen
solitaria azucena de luz, donde mi espíritu
posó un ínstante las ligeras alas.
Rafael Obligado