Cómo identificar la adicción al trabajo
El término workaholic o adicto al trabajo, se refiere al sujeto ha hecho de su trabajo el centro de su vida, otorgándole un lugar preponderante que lleva a restarle importancia progresivamente a otras áreas, como la familia, los amigos o el esparcimiento. La adicción al trabajo, genera gran malestar en quien la padece y en quienes forman parte de su vida, por lo que es necesario conocer sus características para identificarla a tiempo.
El trabajo implica dedicación y superar desafíos, para alcanzar metas y recibir una recompensa generalmente económica, acompañada en muchas ocasiones de reconocimiento social. Los logros y el poder que se alcanzan, son las características más adictivas. La adicción al trabajo, no requiere de un objeto particular que gratifique en el momento. El placer aquí es indirecto.
El adicto al trabajo, puede admitir que su dedicación es desmedida y sin embargo, no verla como un problema serio que requiera consulta.
Tiempo libre
Cuando se aleja de las tareas relativas al trabajo, la persona se siente angustiada, irritable, sola y el tiempo libre le resulta interminable. Escena típica de los fines de semana.
En el trabajo
El miedo a equivocarse y proyectar una mala imagen profesional, suele ser tan grande que le genera pesadillas. Se esfuerza muchísimo para solucionar dificultades laborales, ya sean reales o imaginarias.
Tanta energía psico-física invertida, le lleva también a pensar mucho en cómo interactuar con los colegas y especialmente con los jefes, a fin de lograr comunicaciones más eficaces que sirvan mejor a los objetivos, desde su punto de vista.
Su entusiasmo e interés superan lo razonable, y siempre cuenta con una excusa para continuar, como si algo terrible fuera a suceder justo en el momento en que se detuviera.
La familia
El núcleo familiar, es el primero y más perjudicado. El adicto al trabajo, suele reproducir con los miembros de la familia, el modo en que trata a quienes están a su cargo en la empresa. Comienza a dar cada vez más órdenes, su mal humor se vuelve más frecuente, y sus crisis de cólera ya no son extrañas. El enfrentarse a todo ésto,
repercute en la salud mental y/o física de la pareja o los hijos.
¿Y los jefes?
Por el contrario,
los jefes acostumbran ser los últimos en notar la adicción al trabajo, ya que los conflictos con ellos tardan en emerger.
Espiral nociva
A pesar de toda su dedicación, el rendimiento del adicto al trabajo va en franco descenso, por todo el estrés que experimenta dentro y fuera del ámbito laboral. Es así cómo se va conformando una espiral nociva, en la que apela al consumo de sustancias que van desde el café, pasando por tranquilizantes y pudiendo llegar a la ingesta excesiva de alcohol e incluso a la cocaína. Su deseo de encontrar tranquilidad, ganar energía y mejorar su desempeño de esta forma, suele terminar en depresión, trastorno psicosomático, alcoholismo o toxicomanía.
Tratamiento
Como en otros casos, rara vez el adicto al trabajo decide ir a consulta por sí mismo. Desde el punto de vista psicológico, el tratamiento implicará descubrir qué aspectos de su vida están relacionados con su problema. Igualmente, se trabajan puntos comunes de las adicciones en general, como la dificultad para conectarse con los propios sentimientos, así como para reconocer que su conducta tiene consecuencias en los demás y en su entorno, miedo a los vínculos afectivos, entre otros. E
n el camino se presentan muchos momentos difíciles, pero la salida de la adicción al trabajo es posible.
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