El amor es más que un deslumbramiento
“No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar”, con esta bellísima destreza describía el amor el genial escritor francés Albert Camus.
En estas pocas palabras se resume las pasiones y desdichas que sufrimos cuando amamos a nuestra pareja.
Son muchas las personas que se preguntan al espejo, en soledad, ¿por qué no te amo? No te quiero. Verbalizan en privado lo que su corazón desprende. La desorientación y el miedo hacen el resto de la labor, confundiéndonos en un sordo sentimiento de amargura.El c
¿Cómo nos enamoramos?
El amor no es una ciencia exacta, no responde a unos conceptos claros cuya metodología da como resultado lo que deseamos. El amor es la emoción más grande que podamos desarrollar para nosotros y el entorno que nos rodea.
Les invito volver la vista atrás y buscar el inicio de sus relaciones sentimentales, tendrán por seguro un principio común en todas ellas: la inexplicable atracción que nos genera dicha persona en nosotros.
Puede ser una mirada, la forma de reírse, la torpeza, la timidez… todas ellas abren el “tarro de las esencias del amor” facilitando un primer acercamiento, que con el tiempo puede convertirse en una relación sentimental.
Mi pareja es perfecta. Amo a mi pareja
Si escuchamos a alguna persona decir que su pareja “es perfecta”, no sólo sentiremos en nuestros adentros una extrema incredulidad sino que además podemos certificar que está viviendo la desconcertante y “peligrosa” fase de la “Atracción”. Es aquí donde comenzarán a fraguarse nuestros futuros desvelos y amarguras para con nuestra pareja, este período se caracteriza por un deseo mayúsculo de subrayar los aspectos positivos de nuestra media naranja; disminuyendo cualquier atisbo de diferencias o tensiones entre ambas partes.
La idealización del ser amado se va esculpiendo capa a capa durante el tiempo de “Atracción”. La inmadurez o el deseo innato de ser amado son emociones que envuelven esta actitud.
Es algo natural y nadie ha escapado a este torrente de sensaciones de alegría y continua felicidad. La experiencia y el conocimiento propio de nuestras emociones calmarán, en futuros episodios de atracción, estos sentimientos convirtiéndolos en sensaciones más serenas, maduras sin restar un ápice a la ilusión de enamorarse.
Vivir en este escenario idílico tendrá una pronta caducidad. Con el paso del tiempo comenzamos a pulir las capas, anteriormente esculpidas, de idealismo prefabricado por nuestra alma enamorada; este proceso comienza en paralelo a la sensación de consolidación de pareja.
Mi pareja tiene algunos defectos. Amo a mi pareja
Es entonces cuando los posibles filtros instalados para dar rienda suelta a la “Atracción”, empiezan a abrirse lentamente; somos más permeables a toda sensación que proviene de nuestra pareja. No todo es un “diez”, los “ochos”, “sietes” etc. van bajando la extraordinaria nota inicial.
Se comienza una fase de verdadero conocimiento de la persona amada, sentimientos de incompatibilidades, desconocimiento mutuo afloran en la rutina diaria; obviamente no es el fin del amor pero si el comienzo de un trabajo personal por hacer....
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