REFLEXION  NAVIDEÑA

 Para las Navidades de nuestro tiempo…

 El tema es complejo, diverso y denso…

Esto que sigue es como un “flachs” de un  pensamiento-emoción…

 En la diversidad de nuestro mundo son muchas las formas

de vivir y expresar la Navidad. Lo cierto es, que es una realidad universal.

 En Occidente (y algunos lugares) Navidad es sinónimo de fiestas, digamos

Original, que es Religioso, y para los cristianos, Sagrado. Pero la realidad es otra,desvinculada para la mayoría de su sentido original.

 Están, en primer lugar, los cristianos que la celebran en  “cristiano» con  paz y alegría

 Están los diversos pueblos con sus ritos y expresiones propias, a veces mezclados con la fe cristiana; pero ellos no han vaciado la Navidad de su esencia religiosa;

 Están, nuestras sociedades de la abundancia, que celebran la Navidad como un fiesta

familiar para  muchos; de gozo y orgía para otros; otros como un rito casi sagrado ,por eso del final de un año, con una brizna de superstición.

 Están los grupos y comunidades que se arriesgan a vivir la Navidad “De otra manera”

(Queriendo decir: desvinculada del aspecto comercial y ateo)

Este símbolo que todos conocemos, que en tiempo pasado se presentó a los creyentes como el ojo que todo lo ve, lo juzga y cuya mirada causaba temor:

Este Ojo que todo lo ve (cosa normal, siendo el creador) es sobre todo el ojo de un Padre que mira a sus hijos, todos sus hijos, con amor y las preocupaciones de un padre.

 Necesité tiempo para tener esa mirada de Dios sobre el ser humano…
Las orgías y la desacralización de la Navidad me daban (y me dan) tristeza, pero eso se ha transformado en comprensión y compasión.

¿Que busca el hombre, que buscamos todos en este mundo? Ser felices, ser respetados, ser amados, pero por caminos diferentes y tortuosos ¡ Todo lo que podemos coger con nuestras manos, hasta robar, para ser felices, lo hacemos. Es una lucha desesperada por la vida y el bien, como lo entendemos. Y esos bienes se disfrazan hasta hacer creer que ellos pueden darnos la felicidad: El consumismo, la riqueza, el poder (cualquiera que sea) y el orgullo de la vida. Pero en definitiva, el ser humano es profundamente desgraciado bajo una apariencia de alegría, porque nada puede llenar su corazón.

¡ Como el que ahoga su pena en el alcohol !

 Y en todo eso, existen las alegrías sanas del amor, la amistad y la esperanza de que  "mañana  será mejor”

“Un Niño nos ha nacido”

  

QUETAL