Eres de cielo hacia la tarde, tienes ya dorada
la luz en las pupilas, como un copo de nieve
atardeciendo que sabe que atardece.
Y yo querria cegar del corazon cegar de verte
cayendo hacia ti misma como la tarde cae, como
la noche ciega la luz del bosque en que camina
de copa en copa cada vez mas alta, hasta la rama
isleña sonreida por el ultimo sol.
Y se que avanzas porque avanza la noche, y que
iluminas tres hojas solas en el bosque, y pienso
la sombra te aclara y distinta, que todo el sol del
mundo en ti descansa, en ti, la retrasada
encendida rama del corazon en la que aun
tiembla la luz sin sol donde se cumple el dia.
Luis Rosales