Un enfoque diferente para la vida cotidiana
Cuando Carl Rogers creó y comenzó a aplicar su Enfoque Centrado en la Persona se dio cuenta de que no sólo le podía servir en la consulta con las personas que sufrían algún tipo de enfermedad mental, sino que también podía ser útil para mejorar la calidad de la vida de las personas que no la padeciesen.
La teoría de Rogers se basa en tres pilares para lograr que nosotros y la persona con la que nos relacionamos despleguemos y desarrollemos todo nuestro potencial humano. El primero es la empatía, tener la capacidad de ponerse en el lugar del otro y sentir como el otro siente, hace que las relaciones sociales que mantenemos aumenten y mejoren aumentando así también la cantidad y la calidad del apoyo social.
Al segundo pilar, Rogers le llamó "aceptación positiva incondicional", esta es más difícil de lograr que la empatía, puesto que propone aceptar al otro con todo lo que es. Esto no significa necesariamente estar de acuerdo con él sino respetarlo de una manera cálida y acogedora. La aceptación positiva también tiene que ver con deshacernos de los juicios que tendemos a hacer a primera vista, porque muchas veces nos impiden conocer al otro realmente. Esta actitud motiva en la otra persona su autoaceptación, generando secuencias de pensamiento como: "Si él/ella no me juzga ¿Por qué yo me castigo a mí mismo?"
El tercero es la congruencia, el ser auténticos y mostrarnos como somos. Es decir, no guardar aquello que sentimos o que nos genra lo que el otro dice o hace. Eso logra que, al ser yo autentico el otro se pueda permitir serlo también.
Pero ¿Cómo hacer para poner en práctica estas actitudes en la vida cotidiana? ¿Existe alguna técnica? Existen técnicas para ser utilizadas por los terapeutas, pero estas no son especiamente relevantes fuera del contexto clínico. Esto es porque lo que importa en estos casos es la disposición y la práctica. Como dije antes, la evolución que propone Rogers tiene mucho que ver con las relaciones sociales. Es aquí donde reporta los mayores beneficios y nos facilita la conexión con el otro, donde abre canales de comunicación y donde nos proporciona la libertad para ser nosotros mismos.