sábado 28 Diciembre 2013
Fiesta de los Santos Inocentes, mártires Santo(s) del día : San Teodoro Tebaida, Santa Catalina (Caterina) Volpicelli
Ver el comentario abajo, o clic en el título San Cipriano : “No es el siervo más que su amo”
Epístola I de San Juan 1,5-10.2,1-2.
La noticia que hemos oído de él y que nosotros les anunciamos, es esta: Dios es luz, y en él no hay tinieblas. Si decimos que estamos en comunión con él y caminamos en las tinieblas, mentimos y no procedemos conforme a la verdad. Pero si caminamos en la luz, como el mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y purificarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso, y su palabra no está en nosotros. Hijos
míos, les he escrito estas cosas para que no pequen. Pero si alguno
peca, tenemos un defensor ante el Padre: Jesucristo, el Justo. El es la Víctima propiciatoria por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
Salmo 124(123),2-3.4-5.7b-8.
De no estar el Señor en favor nuestro, cuando el mundo se lanzó contra nosotros, nos habrían devorado vivos en el fuego de su cólera.
Entonces las aguas nos habrían arrollado y el torrente pasado por encima, entonces habrían pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas.
Nuestra alma como pájaro escapó de la red que puso el cazador. La malla se rompió y nosotros escapamos.
Nuestro auxilio está en el Nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Evangelio según San Mateo 2,13-18.
Después
de la partida de los magos, el Angel del Señor se apareció en sueños a
José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y
permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño
para matarlo". José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí
permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el
Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi
hijo. Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó
matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos
años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: En
Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a
sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen.
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
San Cipriano (200?-258), obispo de Cartago y mártir Carta 58
“No es el siervo más que su amo”
El apóstol Juan escribe: “Quien
dice que permanece en Él, debe caminar como Él caminó" (1Jn 2,6); y san
Pablo: " Ese mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu de que
somos hijos de Dios, y, si hijos, también herederos de Dios y
coherederos con Cristo; de modo que, si sufrimos con él, seremos también
glorificados con Él” (Rm 8,16s)… Hermanos queridísimos, imitemos a Abel
el justo, que inauguró el martirio, sufriendo el primero la muerte por
la justicia (Gn 4,8)…; imitemos a los tres jóvenes, Ananias, Azarias,
Misael, que vencieron a un rey por la valentía de su fe (Dn 3) … ¿ Los
profetas a los que el Espíritu Santo había dado el conocimiento del
futuro y los apóstoles a los que el Señor había escogido, acaso estas
personas justas no nos enseñan, dejándose matar, a morir cuando nos
toque por la justicia?
El nacimiento de Cristo queda marcado en
seguida por el martirio de los niños menores de dos años, a causa de su
nombre; incapaces de combatir, consiguieron conquistar la corona. Para
que quede bien claro, que aquellos a los que se mata por Cristo son
inocentes, niños inocentes han sido matados por su nombre… ¡Qué grave
sería para un siervo que llevara el nombre de cristiano, no querer
sufrir cuando su dueño, Cristo, sufrió primero! ¿El Hijo de Dios sufrió
para hacernos hijos de Dios, y los hijos de los hombres no quieren
sufrir para continuar siendo hijos de Dios? El Señor del mundo nos lo
recuerda: " si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a
vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero
como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo…
Recordad lo que os dije: “No es el siervo más que su amo” (Jn
15,18-20)…
Dios nos contempla, Cristo y sus ángeles nos miran,
mientras luchamos por la fe. ¡Qué dignidad tan grande, qué felicidad tan
plena es luchar bajo la mirada de Dios y ser coronados por Cristo!
Revistámonos de fuerza, hermanos amadísimos, y preparémonos para la
lucha con un espíritu sin tacha, con una fe sincera, con una total
entrega.
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