La amabilidad que te autodestruye
Es lógico que la mayoría de la gente se sienta mejor interactuando con personas amables, que con alguien de carácter amargo o pendenciero. Sin embargo, hay personas que parecieran estar orgullosas de ser consideradas las de mejor corazón, las más amables y las que tienen “más amistades” debido a ser tan bondadosas.
La pregunta es: ¿se puede ser amable con todo mundo, en todas las situaciones? Hay gente que suele malinterpretar la prudencia y amabilidad, y abusan de “sus amistades” que son buena gente. Y hay también quienes siendo amables no pueden soportar un desaire.
Claro que se siente bien ser amable, pero tampoco se pueden dejar atrás los propios intereses para quedar bien con los demás. No puedes tratar de hacer feliz a los demás todo el tiempo, mientras tú mismo te sientes miserable.
Aprendiendo a decir “no”
Las personas muy ocupadas, suelen sentirse culpables de no tener tiempo para hacer muchas de las cosas que desearían hacer. Y para sentirse mejor, suelen resolver los problemas de los demás o hacer suyas las responsabilidades de los demás.
No te dejes presionar o chantajear. Hay muchas personas que se aprovechan de los demás para conseguir sus propósitos, sin importarles lo que a otros les conviene. Encuentra el equilibrio al tomar la decisión de hacer lo que alguien más te pide que hagas por ellos. Tampoco hay por qué comportarse desconsideradamente, pero nada hay de malo en rehusarte a hacer algo que no quieres o no puedes hacer por los demás. Es bueno aprender a regirte por lo que tu sentido común te indica que es lo mejor para ti y ser capaz de decir "No" cada vez que haga falta.
No te sientas culpable ni ofrezcas mil disculpas
¿Eres de las que se siente culpable al interponer tus propios intereses a los de los demás? ¿Sueles ofrecer mil disculpas porque no pudiste hacerle un favor a quien antes le has hecho mil favores? Intenta pensar en ti. Si esta vez no pudiste ofrecer tu ayuda debe ser porque deseas ocupar tu tiempo en algo importante para ti. Y eso no puede ser malo.
Aunque te suene mal, tus propios intereses deben ser prioritarios. Claro, siempre y cuando no afectes a terceros. Si actúas en consonancia con lo que es importante para ti, la gente que te rodea lo notará. Verás que dejarán de solicitarte favores en los que ellos bien saben no puedes ocuparte.
¿Tienes baja autoestima?
Es difícil aceptarlo, pero la realidad es que, por lo general, las personas con baja autoestima suelen ser demasiado amables. Si tú destilas amabilidad exagerada, puede ser útil un autoanálisis. Te servirá saber qué te hace ser exageradamente servicial con los demás. Quizás busques la aceptación de todos porque no confías en ti mismo. ¿Es eso lo que te hace ser tan amable y bondadoso(a)?
La seguridad en uno mismo es esencial para realizarse en aquello que uno desea en la vida. En la medida en que dejes de ceder a todo lo que te piden los demás, evitarás que se aprovechen de tu bondad. Ese es un paso firme hacia la seguridad en ti mismo(a).
No es difícil dejar de ser "la persona más amable del mundo". Adquiere confianza en ti mismo, corrige poco a poco ese comportamiento y verás que el mundo sigue su curso con mayor beneficio para tus propósitos personales.
Por supuesto que ser amable no es malo. Es más, necesitaríamos muchas más personas amables en este mundo. Por lo tanto, no pienses en cambiar tu tendencia natural a ser una persona agradable y atenta; simplemente, si es tu caso, trata de modificar tu inclinación a infravalorarte y a poner en riesgo tus propios intereses.
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