Muchas veces
la vanidad nos juega una mala pasada, pues algunas mujeres prefieren
vestir a la moda a pesar de los daños que ésta les puede ocasionar. No
obstante, es posible lucir a la vanguardia sin necesidad de perjudicar
la salud.
Pantalones
demasiado ajustados, bolsos o carteras bastante pesadas, aretas “rompe
orejas”, zapatos con tacones extremadamente altos y finos, lentes de sol
a la moda pero sin protección ocular, camisas estrechas que impiden la
respiración, ropa interior de tejidos sintéticos; son algunos ejemplos
que reafirman que la moda algunas veces puede incomodar y hasta causar
daños al cuerpo. Es por eso que cada vez son más las mujeres que sufren
las secuelas cuando ya no hay vuelta atrás.

Los
especialistas en tema proponen los siguientes consejos para que la
indumentaria resulte cómoda y además no atente contra la salud:
Bolsos livianos:
este elemento primordial en la vida cotidiana de las mujeres, suele
cargar demasiadas cosas –sobre todo las mamás de chicos pequeños- lo que
lo hace pesar más de lo que debería. Se ha comprobado que el peso
extremado de los bolsos, causa trastornos en los tendones de los hombros
y la espalda. Además, con el tiempo, se puede afectar la postura
corporal.
Se sugieren
bolsos o carteras con dos colgaderas o de tipo “manos libres” los cuales
tienen dos apoyos que distribuyen el peso de forma más equilibrada.
Prefiera la ropa holgada a la ajustada: “Los
pantalones y otras prendas demasiado ceñidos al cuerpo, dificultan la
circulación de la sangre por el organismo y las extremidades,
favoreciendo que aparezcan celulitis, edemas y trastornos venosos, y se
agraven las inflamaciones de los folículos de a piel”; afirma Ricardo
Goncebat de la agencia EFE.
Las diferentes
telas usadas para la confección de pantalones, acompañadas muchas veces
de “strech”, pueden provocar daños en la zona abdominal y genital. Los
jeans son la prenda que más pegada se acostumbra usar y la que más
incomodidad puede causar si no se elige la talla y horma adecuada al
tipo de cuerpo. Además los jeans de tiro bajo -que por periodos están de
moda- tienden a deformar el cuerpo en la parte de la cintura.
Sucede lo mismo con las prendas de arriba como camisas o blusas que deben permitir los movimientos libres del cuerpo.
Zapatos para pies, no pies para zapatos:
el pie no se debe acomodar al zapato, sino, es el calzado a quien le
corresponde acoplarse perfectamente al pie. Los tacones altos pueden
originar enfermedades como juanetes, callos, hinchazón, dedos en
martillo, y otras más severas como alteración de la columna. “Según los
expertos, andar sobre tacones altos desplaza el cuerpo hacia delante y
obliga a los dedos y al antepié a soportar todo el peso, provocando
dolor y daño en estas extremidades”; relata Patricia Matey en su
artículo de elmundo.es.
Según, Carlos
San Martín, secretario de la Escuela de Podología de la Universidad
Complutense de Madrid, "las molestias que sufren las mujeres en los pies
sí guardan relación en muchas ocasiones con el tacón alto. Un buen
tacón debe tener como máximo tres centímetros y ha de ser ancho”.
Tampoco son recomendables los zapatos puntiagudos, ni las sandalias que no sujetan bien el pie.
Ropa adecuada para el clima:
las llamadas “víctimas de la moda” optan por lucir espléndidas aunque
se pesquen un resfriado. En el invierno, la ropa debe cumplir una de sus
funciones como es la de resguardar del frío, y no al contrario,
exponerse a las bajas temperaturas.
Accesorios y joyería adecuada:
cuantiosas mujeres sufren de alergias a algunos materiales usados en la
joyería. Por eso se sugiere identificar estas reacciones del cuerpo y
evitarlas a toda costa.
Telas adecuadas:
se aconsejan aquellas que son naturales como algodones, linos o sedas,
que son más cómodos y sanos que las fibras sintéticas, pues dejan que la
piel respire mejor previniendo así posibles erupciones o alergias