Las útiles enseñanzas de los pensadores estoicos
Los estoicos tenían una filosofía de vida que claramente se puede aplicar a la de ahora. Esta corriente filosófica nació en pleno apogeo del periodístico helenístico, y su fundador fue Zenón de Citio. ¿Y cuáles son sus principios básicos? Pues esta ideología defiende que como todas las leyes del universo con sus actos y consecuencias ya están DETERMINADAS, el hombre solo podrá alcanzar la libertad a través de la aceptación de su propio destino. También alegan que el bien y la virtud solo se puede alcanzar a través de la razón y huyendo de las pasiones y excesos.
Una vez dicho esto, el estoicismo nos dejó una serie de reflexiones que si las aplicamos a nuestro “día a día”, seguro que nos hacen la vida mucho más sencilla y placentera. Aquí alguna de ellas:
No son los acontecimientos los que nos afectan, sino la percepción que tenemos de ellos
Muchos de nosotros somos pesimistas por naturaleza. Sin embargo, si somos capaces de ver el lado positivo de las cosas, seguro que nos irá mucho mejor. Por ello, se antoja muy importante que cada vez que afrontemos cualquier adversidad, sepamos darle un prisma más objetivo y conseguir así lidiar con la situación de la mejor manera posible. En ocasiones, no podemos controlar lo que sucede (el tiempo, desastres naturales, la muerte…) Por ello, no queda más remedio que aceptar ciertas situaciones con resignación.
La felicidad se consigue a través de la virtud
Vivimos en una sociedad donde muchos creen que la felicidad se consigue con dinero, el amor o caché social. Sin embargo, los estoicos creían fervorosamente que la felicidad se puede conseguir simplemente haciendo lo correcto y haciendo más caso a lo que nuestra conciencia nos dicta. Si no se lo creen, haced cualquier día voluntariado en una ONG y después nos cuentan cómo se sienten.
El esfuerzo siempre se verá recompensado
Ya lo dijo Séneca. "Los estoicos ven todas las adversidades como un entrenamiento". Razón no les falta. Y es que si de verdad nos proponemos algo, y le echamos esfuerzo y sacrificio veremos como siempre el esfuerzo se verá recompensado. Es decir. ¿De qué sirve ponernos a dieta si después no seguimos una serie de hábitos saludables? ¿O para qué dejamos de fumar si después compramos una cajetilla de tabaco “a escondidas". Recuerda que tú eres el único capaz de ponerte tus límites.
Hay que hacer caso más a nuestro “yo interior”
Al final del día, los estoicos apuntaban cómo se sentían en un diario, de esta forma se conocían más profundamente. Por ello, cada vez que sintamos que algo es de nuestro desagrado, es importante exteriorizarlo de una forma educada y correcta. Así se sentirán mejor consigo mismos y también se darán cuenta de que no se puede agradar a todo el mundo.
El hábito nos hace más eficientes
Somos seres olvidadizos y algo vagos desde el preciso instante que nacemos. Por ello, tenemos que aplicarnos ciertos hábitos como la lectura, dieta sana y equilibrada, o hacer deporte de vez en cuando consiguiendo así ser personas más completas y eficientes en todos los sentidos. De caso contrario, solo conseguiremos caer en la desidia, estrés o depresión.
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