¿Sabes cómo se buscaba la belleza en el Antiguo Egipto?
A finales del siglo XIX e inicios del XX surgió un mayor gusto por este tema en Europa y Estados Unidos. A partir de entonces, cada vez se han hallado más objetos y vestigios de lo que sería su día a día, la cosmética, belleza y su manera de verse más lindos. Es bueno destacar que no era un arte reservado sólo a las mujeres, los hombres también tenían sentido por la estética. Se han encontrado objetos que se usaban para los ajuares funerarios, así como también grabados, relieves y pinturas en los muros de las pirámides y tumbas.
Todo ello ha permitido a los arqueólogos y a los expertos en Egipto (llamados “Egiptólogos”) entrar en contacto con mucha información de la rutina de belleza de los egipcios, su amplio uso de artículos para tales fines en la región en torno al Río Nilo.
Se han hallado a su vez dos papiros, el de Hearst y el Ebers, que revelan muchas recetas para el embellecimiento y cuidado de la piel. Esto apunta en la dirección de que los egipcios creían en la existencia de una relación muy estrecha entre la cosmética, la salud y la belleza.
En cuánto a sus condiciones higiénicas, en el Antiguo Egipto, era muy parecido al actual, debido a las altas temperaturas y el clima seco del desierto, que puede cambiar a la noche como si nada. Es preciso imaginarse como era vivir en esa época, hace miles de años para entender un poco su estilo de vida. Era preciso entonces tratar la piel con el baño, una actividad fundamental que se repetía varias veces al día.
Los pobladores se bañaban en el Río Nilo o en sus canales, utilizando barro para eliminar la suciedad. Los de la corte o familia Real tenían más recursos a disposición y contaban con cuartos especiales para bañarse, atendidos por sus sirvientes. Ellos no usaban barro como los demás, sino una especie de jabón, el cuál se creaba con una mezcla de grasas, sal y cenizas. Para mantener la higiene bucal se enjuagaban con agua y natrón.
La limpieza del cuerpo en el Antiguo Egipto
Una vez que dejaban sin suciedad el cuerpo, se aplicaban diversas cremas con el fin de que la piel se mantenga mejor. Una de las recetas más usadas era la mezcla de 1 parte de polvo de alabastro, 1 parte de natrón, 1 parte de sal marina y una parte de miel (según se informa en el papiro Ebers). También había cremas antiarrugas que se aplicaban a diario, las cuáles estaban compuestas por cera, aceite de moringa, incienso y junco (mismo papiro).
Para evitar la sequedad de la piel y a la vez protegerla del sol y el viento utilizaban unas cremas oleosas, que se obtenían de la grasa del buey o del ganso, así como también de aceites vegetales como el sésamo, la linaza, el ricino o las almendras.
El vello se eliminada como medida higiénica y no tanto de belleza, para prevenir que aparezcan parásitos. Para depilarse usaban cuchillas de sílex (posteriormente de hierro) y pinzas. También tenían a disposición una crema depilatoria, compuesta por peino, sicomoro, pepino, huesos de pájaro hervidos y excremento de mosca. Se hervía primero y después se dejaba enfriar un poco, para untar en la
piel.Los egipcios ponían un gran énfasis en evitar el
mal olor, para ello utilizaban una mezcla de huevo de codorniz, resina y escamas de tortuga.
En cuánto al
cabello, era un símbolo de distinción, por lo cuál recibía más cuidados que cualquier otra parte del cuerpo. Contra la calvicie se usaba aceite vegetal y grasa en partes iguales. Para teñir u ocultar las canas se empleaban diversos tintes con sangre de toro y alheña.
Las mujeres egipcias usaban para el cepillado y embellecimiento diario de su cabello peines y horquillas de marfil, madera y huesos. Estos han sido hallados en cantidad en los ajuares funerarios. También se encontraron pelucas, que se confeccionaban con fibras vegetales y cabello humano, perfumadas con aceite de dátiles, un objeto muy preciado en el desierto.
Los ojos en el Antiguo Egipto
Casi tanto como el cabello, los ojos eran tratados con dedicación por los egipcios, tanto mujeres como hombres. No sólo por la estética, sino como protección a las situaciones climáticas regionales, el exceso de sol y luz, las tormentas de arenas y los vientos, que podían generar dolencias e infecciones.
El maquillaje era para las mujeres a su vez un repelente de insectos y moscas. Había dos tipos: el Udju, del Bajo Egipto, de malaquita verde y el Mesdemet, del Alto Egipto, creado con galena de Asuán. Si bien era una necesidad, luego se convirtió en un símbolo de refinamiento, porque la belleza en esta región estaba relacionada a la perfección, así como al culto por lo
eterno. Eran todos muy cuidadosos con su aseo, para poder garantizar su vida en el Más Allá, donde los cuerpos permanecían inmutables.