Estrategias para el alivio rápido de la tensión
Todo el mundo puede ser capaz de reducir el impacto del estrés. Con la práctica, todas las personas pueden aprender a detectar los factores que les causan estrés y mantener el control a medida que la tensión aumenta. Aprender a aliviar rápidamente la tensión producida por el estrés no es algo que suceda de un día para otro, sino que es una habilidad que, como cualquier otra, requiere tiempo, autoexploración y práctica.
Lo principal que se necesita saber para controlar el estrés es reconocer las causas que lo producen y que crean tensión. Esto es algo muy particular de cada persona, ya que no a todo el mundo le afectan las cosas de la misma manera.
Aprender a reconocer el estrés
Reconocer el estrés es el primer paso para disminuir su impacto. Muchas personas están demasiado tiempo en un estado de estrés y han olvidado lo que se siente al estar completamente relajado . Para esas personas estar estresadas es algo normal.
Reconocer la propia respuesta física al estrés ayuda a regular la tensión cuando ésta se produce. Para ello es necesario conocerse, observar cuándo los músculos están en tensión o cuándo la respiración se acelera. Pero para saber cuándo hay un cambio es necesario observarse en estado de calma para advertir la diferencia, o pararse a pensar y a observarse (y preguntarse “¿cómo me siento hoy?”)
Identificar la respuesta del propio cuerpo al estrés
A nivel fisiológico, la respuesta al estrés es la misma para todos: aumento de la tensión arterial y de las pulsación, y contracción de los músculos. Con el estrés el cuerpo trabaja mucho y el sistema inmunitario se ve afectado. Externamente, sin embargo, la gente tiende a responder al estrés de tres manera diferentes:
- unos se enfadan y se agitan,
- otros se retiran “poniendo tierra de por medio, dejan espacio y se vienen abajo,
- otros se quedan como congelados, bloqueados, paralizados ante la situación.
La mejor manera de aliviar rápidamente el estrés está relacionada con la respuesta específica al estrés de cada persona.
¿Cómo actuar cuando se está estresado?
Cuando se trata de gestionar y reducir el estrés de forma rápida en medio de una situación tensa, es importante estar familiarizado con la propia respuesta al estrés.
Cuando la respuesta al estrés es una actitud de sobreexcitación, con tendencia al enojo y/o agitación, la mejor solución para manejar el estrés es recurriendo a las actividades que resulten calmantes para cada uno.
Cuando la respuesta al estrés es más emocional, y se tiende a la retirada e incluso a la depresión, la mejor manera de gestionar el estrés será recurriendo a aquellas actividades que resultan estimulantes, llenan de energía la mente y el cuerpo a través de la estimulación del sistema nervioso.
En el caso de que la respuesta al estrés se el bloqueo, lo más conveniente para aliviar el estrés es recurrir a las actividades que proporcionan seguridad y que ayuden a “reiniciar el sistema” para evitar la paralización.
Bases para el alivio rápido de la tensión
La manera más rápida para acabar con el estrés es mediante el uso de uno o más sentidos, utilizándolos para calmarse rápidamente y renovar energías. La clave para la práctica del alivio ráìdo del estrés está en aprender qué tipo de información sensorial ayuda al sistema nervioso a encontrar la calma y centrarse rápidamente. Todo el mundo responde a los estímulos sensoriales de manera diferente, por lo que el conocimiento de las preferencias personales es esencial para reducir el estrés.
Para ello es necesario identificar las experiencias sensoriales que funcionan con rapidez y eficacia para reducir el estrés y experimentar con imágenes, olores, colores, movimientos, sonidos, canciones, etc. Puede que no sea posible recurrir directamente a ellos en el momento que se están reconociendo los síntomas de estrés, pero siempre se pueden evocar en la mente y recordarlos.
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