Las mejores técnicas para calmar la ansiedad
La función de la ansiedad en las personas está relacionada a la supervivencia, así como también ocurre con la tristeza, la ira, el miedo o la felicidad. El organismo, para preservar la integridad física ante ciertas amenazas, reacciona de manera diferente, tanto de lucha o de huida. Alrededor del 20% de la población mundial sufre hoy en día de un trastorno de ansiedad, la mayoría sin saberlo.
Ante una situación que pone al cuerpo en alerta, se pone en funcionamiento el sistema adrenérgico. Esto es normal, por ejemplo cuando tenemos hambre, porque se liberan señales al sistema nervioso central y nos duele el estómago. El sistema dopaminérgico es el segundo que se involucra en este proceso, que se activa cuando se considera que se va a perder un bien preciado. Allí el cuerpo entra en alerta ante la posibilidad de una inminente amenaza, que no siempre es real.
La ansiedad puede ser considerada adaptativa cuando aparece en dosis normales, porque ayuda en la vida cotidiana. Siempre y cuando los síntomas sean leves, el cuerpo se libera de sustancias dañinas y se resuelven peligros o problemas de la vida cotidiana.
Sin embargo, el problema comienza cuando aparece lo que se denomina la “ansiedad patológica”. Esto es muy habitual en las sociedades modernas. Se desarrolla como cuadros sintomáticos que tienen consecuencias negativas, como ser fobias, pánico, trastorno obsesivo-compulsivo, estrés, agorafobia, ansiedad social o traumas. La ansiedad generalizada es una sensación de angustia, miedo y deseos de huir todo el tiempo. Es el problema que muchos padecen hoy en día.
Los síntomas de la ansiedad son diversos y los más frecuentes son la hiperactividad vegetativa (taquicardia, sensación de ahogo, transpiración excesiva, temblores, náuseas, insomnio, debilidad muscular, rigidez, inquietud, problemas para comunicarse, pensamientos obsesivos o negativos, entre otros).
Si no se trata como se debe, la ansiedad puede convertirse en un trastorno de pánico, donde el paciente tiene miedo a morir, a desmayarse o padecer un accidente.
Técnica para calmar la ansiedad
Una vez que el diagnóstico ha determinado que la persona padece de ansiedad, el siguiente paso es poner en práctica alguna de las técnicas más eficaces conocidas hasta el momento. Una de ellas es la EFT, que se basa en la acupuntura y permite al paciente liberar las tensiones emocionales con golpes suaves que se dan en lapsos de 6 segundos en diversas zonas del cuerpo.
La eficacia de la EFT está respaldada por cierta evidencia científica: ayuda a combatir problemas como trastorno por estrés post-traumático (PTSD por sus siglas en inglés), insomnio, miedos, fobias, alergias, ataques de pánico, ansiedad, ediciones sexuales de abusos, memorias traumáticas, falta de concentración, obsesiones, depresión, tristeza, penas, pérdidas, dislexia, memoria negativa, pesadillas, baja autoestima, adicciones, obesidad, mala imagen de uno mismo, etc.
Puede ser usada por aquellos que están intentando dejar de fumar o tienen ansiedad por la comida, después de este proceso, el deseo por un cigarrillo o por un plato de comida desaparece, casi como por arte de magia.
El proceso del EFT consta de 14 puntos relacionados en los canales de energía (los principales meridianos del cuerpo), que se usan en la acupuntura. Si bien es una buena idea conocerlos a todos, suele ser suficiente utilizar sólo los que se encuentran en el rostro y el pecho, a excepción del punto debajo del tórax, que puede ser incómodo de estimular para las mujeres.
Los puntos que se trabajan para tratar o aliviar los problemas de ansiedad son en el inicio de las cejas, la lado del ojo (en el hueso), bajo el ojo, la nariz y la boca, en el inicio de la clavícula (algunos centímetros de costado del hueco de la garganta, es decir, en la unión entre el esternón y la clavícula), bajo el pecho (4 dedos sobre el arco del diafragma en la vertical del pezón), bajo el brazo (sobre las costillas, 4 dedos bajo la axila), en los dedos (base de cada uña), en el borde y en el dorso de la mano.
Mientras se van dando golpecitos en estos puntos además el paciente tiene que girar los ojos como si fuera en círculo, hacia un lado y hacia el otro. Esto se relaciona a la activación de las diversas áreas del cerebro.
Normalmente se realiza el “tapping” (los golpes suaves) cada 6 o 7 segundos, sin embargo, si se nota que uno de estos puntos es más sensible que los demás, se puede extender el tratamiento en esa área, hasta que se normalice. Puede ejercerse la presión tanto del lado derecho como el izquierdo del cuerpo. Es preciso que el golpe sea lo suficientemente fuerte como para que “resuene” en los huesos, pero que no se convierta en algo doloroso.
Los pacientes suelen decir que el área que les produce más dolor es la que se ubica debajo de la clavícula, porque al presionar molesta la congestión linfática. Allí se opta por masajear de manera circular. Si se sigue este proceso una sola vez, probablemente la ansiedad desparecerá, pudiendo enfocarnos mejor en las actividades, dejando de lado la tristeza, el insomnio, la necesidad de morderse las uñas o comer.
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