Un poco de historia
LOS PUEBLOS, LAS JOYAS DE ESPAÑA
(continuación)
Un campeón de ajedrez (6)
Pampaneira
es un pueblo blanco construido en escalones en la ladera de la montaña,
con casas de piedra y techos planos que son al mismo tiempo terrazas
para los moradores de las casas situadas más arriba, pues están hechos
de Pizarra con revocó de un arcilla interminable llamada launa. El
viajero recorrerá la región atraído por la belleza de sus paisajes y el
encanto de sus pueblos, Bubión,
Caprile y, más allá, Trevélez. Este pueblo, situado a más de 1600 metros
de altitud es famoso por sus excelentes jamones, aunque la copla
popular prefiere decir de él algo más poético:
Trevelez, donde se oye
los querubines cantar
El
viajero hará bien en probar el vino de la región, pues las viñas crecen
lo mismo en la Baja que en la Alta Alpujarra, algunas de ellas a 1500
metros de altitud. Las aguas son famosas también, Lanjarón, pueblo de
una sola calle, tiene un concurrido balneario de estilo modernista y sus
aguas minerales se beben en toda España.
Las
Alpujarras llamaron siempre la atención de los escritores. El novelista
del siglo xix Pedro Antonio de Alarcón viajó a esta región y publicó un
libro tomando por título su nombre que contribuyó mucho a darla a
conocer en España. En el siglo xx, el escritor inglés Gerald Brenan pasó
catorce años de su vida en Yegen, y su libro Al sur de Granada significó un lanzamiento internacional a Las Alpujarras.
Y
las islas Canarias, Europa en la mejor África. Pobladas por los
primitivos guanches, fueron incorporadas a la corona de Castilla en el
siglo xv y hoy son una síntesis del espíritu autóctono y de la
civilización española a la que se ha unido en años recientes la
aportación multicultural de una Europa en vacaciones que encuentra en
las Islas Afortunada maravillosos paisajes, deliciosos pueblos y una
perpetua primavera.
(Continuará)
Sigüenza, Guadalajara
La
Segontia romana es una preciosa villa episcopal. Fue plaza musulmana
desde el año 713 hasta 1124, en que fue reconquistada por el
obispo-guerrero Bernardo de Agen, promotor de la nueva catedral, no
concluida hasta el siglo xiii. El castillo, que antes fue alcazaba
árabe, también fue de su propiedad. Ambos castillo y catedral, son los monumentos emblemáticos de la ciudad.
La
catedral parece una fortaleza, algunas de sus señas identificativas son
el color rosáceo de sus muros, su estructura con torres almenadas, su
majestuosa entrada y sus rosetones románicos. Contiene valiosas obras de
arte, como la sacristía de las Cabezas, el altar de Santa Liberada y el
sepulcro Doncel (paje de Isabel la Católica muerto en 1486 luchando
contra los árabes en la Vega de Granada), original obra maestra de la
escultura funeraria.
El
conjunto urbano ofrece al viajero un evocador aire medieval en el que
se conservan casas nobles e iglesias con portadas románicas decoradas
con finas arquivoltas
Las
calles serpenteantes, estrechas y empinadas ascienden poco a poco hacia
el castillo. En las antiguas fachadas de muchos edificios encontramos
blasones, galerías y bellas piezas de hierro forjado.
La
ciudad está dominada por un soberbio castillo coronando una loma de
arenisca; hoy tan singular edificio forma parte de la red nacional de
Paradores. Aquí estuvo presa Doña Blanca de Navarra tras ser repudiada
por Pedro I de Castilla
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