¿Sabes qué caracteriza a una persona propositiva?
Tal vez te haya sonado un poco extraño el término “propositiva” pero es la que más se adapta a este perfil de ser humano. En los libros de autoayuda y superación personal ya se está añadiendo y analizando. Sin dudas, ser alguien propositivo es beneficioso para su entorno y hasta para el planeta. Se dice que una persona que asume una actitud analítica, evalúa críticamente los sucesos, genera soluciones a los problemas y piensa alternativas para actuar es un “propositivo”.
Entonces, su vocación se basa en la acción una vez que hubo reflexión y se llegó a una conclusión. Es todo lo contrario a una persona impulsiva y están en “la vereda de enfrente” con las pasivas. En su lugar, propone argumentos o respuestas valoradas para poder lograr un cambio o una mejor en una situación puntual o varias.
Otra de las características de este grupo es que convierten sus ideas en planes de acción que llevan a cabo en el corto plazo. No suelen descansar hasta verlos que se concretan o finalizan. Esto significa que un propositivo no sólo lanza el proyecto, sino que da todo de si para cumplirlo. Pueden asumir sin problemas el liderazgo de una empresa, ser el que saque adelante una pareja o hacer lo imposible para que una familia se lleve bien.
El carácter del propositivo cuenta con rasgos más que distintivos, por ello es que nos resulta sencillo detectarlo. Lo bueno es que cualquier persona que no lo lleve como algo innato lo puede aprender y poner en práctica. Sin dudas, es un cambio realmente sustancial para la vida, porque nos permite ser mejores con nosotros mismos y con los demás. Pensar en buenas ideas para ayudar al prójimo, resolver cualquier situación que nos incluye y no hablar sin pensar son habilidades que no todos poseemos pero que vale la pena intentar añadirlas a nuestro perfil.
Para ser un buen propositivo no basta lanzar al aire cientos de ideas “posibles”, sino encontrar la que más se adapta a la realidad, pensando bien, analizando las variables y los potenciales resultados. Hay que estar dispuesto a cargar con la mochila de la responsabilidad y hacernos cargo de lo que se obtenga por nuestra iniciativa.
Rasgos característicos de los propositivos
Estas son las tres habilidades con las que cuenta una persona propositiva. Puede ser que haya nacido con ellas o bien que las formó y desarrolló a lo largo de su vida. Conocerlas es una buena manera de comenzar a actuar con estos valores.
1-Piensa antes de actuar: un propositivo está completamente consciente de que precisa de la inteligencia, la astucia y la rapidez necesaria para poder pensar con sabiduría y conseguir excelentes resultados en todo lo que se propone. Probablemente sea una persona más bien reservada, pero que cuando habla, todos se callan para escucharla. Puede que también se dirija al resto de una manera muy específica, analizando palabra por palabra y gesto por gesto. Siempre tiene en claro sus pensamientos antes de informarlos al resto (puede ser la pareja, los empleados, los amigos, etc). Hasta puede ocurrir que tengan una idea definida de antemano pero sean un tanto sensibles a determinar cuál es el momento adecuado para que los demás aprecien su esfuerzo o piensen que se trata de algo relevante y útil.
2-No se siente amenazado por propuestas contrarias a las propias: Esta es una diferencia clave con los que suelen ofrecer una gran cantidad de proyectos pero que se enojan cuando ninguno (o sólo algunos) son aceptados o tomados al pie de la letra. Un propositivo ve siempre la posibilidad de reformular sus ideas en base a lo que dicen los demás. Si un líder cuenta con esta maravillosa característica, verá en los que lo apoyan y rodean una fuente más de donde tomar información para seguir actuando. En una frase o desaprobación del otro observará no una traba u obstáculo, sino una oportunidad de crecimiento o de enriquecimiento para el futuro. No esperan tampoco que todo lo que diga sea tomado sin cambiar ni una tilde o coma. Sabe que cada persona es diferente y que si bien para él es una excelente idea, puede que a los demás no les parezca así. En lugar de enojarse, canaliza ese sentimiento para conseguir mejorar su versión de los hechos y sobre todo, obtener mejores proyectos e iniciativas.
3-Siempre hace lo que dice: Otra diferencia con los típicos “charlatanes” que sólo hablan y no actúan en consecuencia. Lamentablemente hay muchos de este tipo en el mundo. Sin embargo, una persona propositiva concluye la gran mayoría (por no decir la totalidad) de lo que se propone, porque confía en sus habilidades y a la vez, ha analizado muy detalladamente la respuesta o plan de acción. Implica coherencia en todos los casos, porque sus acciones son consecuentes con sus enunciados, formulaciones y propuestas. Esto quiere decir, entonces, que practica lo que predica o que enseña con el ejemplo. Sin dudas, es lo que lo convierte en una persona tan valiosa y a la vez, tan buscada por las empresas, por ejemplo. Lo bueno es que cualquiera puede pasar a ser propositivo si, justamente, se lo propone.
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