Experiencias y objetos. ¿Guardianes de la felicidad?
Dicen que el dinero no compra la felicidad y a pesar de eso, no podemos evitar sentirnos mejor cuando invertimos en algún lujito extra. Pero ¿qué nos hace más felices? ¿comprar objetos o vivir experiencias?
Es común ver personas, o incluso nosotros mismos, que siempre están preocupadas porque no tienen el dinero suficiente para comprar todo lo que desean. No hablo de gente de bajos ingresos que en realidad no tiene para solventar sus gastos básicos, sino de quienes
siempre ansían comprar un nuevo auto, el último gadget o prendas para la nueva temporada porque creen que así serán más felices.
La felicidad no es eterna ¿o si?
Recientes estudios y experimentos demostraron que poseer demasiados objetos no nos hace necesariamente más felices. Por el contrario, la tensión que nos genera esa necesidad creada nos puede provocar problemas muy serios que abarcan desde el estrés hasta problemas del corazón. Los resultados demuestran que
las personas que tienen como hábito la búsqueda irracional de conseguir los objetos que desean al final obtienen una recompensa emocional bastante pobre.Es decir, su felicidad dura apenas unos días u horas y luego regresan a la búsqueda de un nuevo bien que adquirir. En cambio,
quienes dan prioridad a las experiencias que viven suelen mantenerse felices por un período de tiempo mayor y con una intensidad más fuerte.Esto se debe a que a pesar de que vivimos la experiencia una sola vez o en un período de tiempo determinado, los recuerdos y sensaciones que nos generan quedan grabadas en nuestra memoria. Aquí es donde ocurre la verdadera magia ya que
nuestra mente nos hará revivir esas experiencias en distintos momentos, llevándonos a ese estado de felicidad una y otra vez. Los científicos han descubierto que no importa que la experiencia haya ocurrido mucho tiempo atrás, la mente tiene la capacidad de guardar cada detalle.
Otros beneficios de las experiencias como fuente de felicidad
Se ha demostrado que las personas que se preocupan menos por adquirir bienes materiales y más por vivir experiencias tienden a tener una mejor salud, sus niveles de estrés y depresión están muy por debajo del resto y sus relaciones de pareja y amistades son más estables y duraderas.Estas experiencias no requieren de grandes gastos de dinero, algo que también facilita la llegada de la felicidad. Al no pasar todo el día pensando en el dinero que se debe juntar, el estrés laboral se reduce demasiado y la felicidad y la estabilidad económica se vuelven una de las características básicas de la persona.
Vive más y compra menos
Es claro que hay ciertos bienes materiales que nos son necesarios para vivir, pero nuestra felicidad no necesita demasiados de ellos. Si realmente quieres ser feliz apuesta por vivir experiencias. Puede ser desde una tarde con los amigos, aprender algún deporte nuevo, arriesgarte a viajar a una ciudad cercana, entre otras opciones. No te conviertas en una presa del consumismo.