Canción de amor
Canción de amor para después de la vida
Tú que me miras,, tú que me ves aquí en la tierra como en la tierra soy, como en la tierra estoy sin merecerte, tú, pequeña verdad humana mía, aquí sin merecerte, sin merecer tu humana luz, tu belleza tranquila y delicada, fugaz y delicada como una luz tranquila, capaz, ay, de envejecer y de morir también; tú, sí, a quien he llegado tan tarde ya, sin merecer ese sosiego ya de tu pura belleza, ¿podré entonces, de pronto encontrarme a tu lado revestido de aquello
que quisera para mí junto a ti? ¿Podré ser digno entonces de ti entonces, y dignamente estar como quisiera estar: dignamente a tu lado, mereciendo continuamente lo que eres ahora para mí, en esta tarde en que tú estás sentada al lado mío contemplando con tristeza mi rostro, que ha empezado quizá, tan pronto, a envejecer...?
Carlos Bousoño
|