Cual violinista y concertista magistral,
esta caja de madera enmohecida toca,
rasga con tus dedos, y roza
los arpegios de una alma rota
que una vez se entrego y supo amar...
toca y toca sin parar
que la vida sigue igual
aunque este rota
toca por amor, toca tus notas
que oídos para amar siempre los hay...
Suena, deslumbra el silencio,
deja tocar con mis manos
tu cuerpo, no son deseos vanos,
hilvanar con las cuerdas tu espacio.
Y cual violinista maestro,
devuélvele la voz a este caparazón
que yacía mudo y olvidado
y hazme gemir de emoción
al afinarme con suma pasión
entre tus dedos dorados....
Violín tu corazón, arco de grillo,
venas de arpegios sobre un manto de silencio,
verás su mentón apretando la caja
de violinista ciego, de violín sin dueño.
De caricias, bemoles y sueños
conteniendo el aliento.
Verás su alma desnuda viajando a lo lejos,
allí donde su música se une con el cielo.
Vive! Vive de nuevo, renace sin miedo!
Viejo violín arrumbado en el tiempo!!
Hazme feliz de nuevo con tu silencio y tu sonido,
que las notas se las lleva el viento,
pero en el tiempo quedan, tus caricias y tu aliento,
vamos canta..., canta..., canta devuelve el aire,
grita como solo tu silueta iguala de belleza,
maderas y clavijas, maderas y sonrisas.
Oh violinista amado...
arrástrame a tu lado
con las notas cadenciosas
de tus dedos amados,
las caricias silenciosas
que me llegan silenciosas
de esos besos sonados....
D.A