Conquistar la libertad
Los seres humanos amamos nuestras historias y nuestros dramas. Hemos hecho del sufrimiento nuestra zona de confort. Las limitaciones se han vuelto lo más común y aceptamos la idea de que las experiencias de vida deben ser iguales para todos.
Debido a esto hemos olvidado el verdadero significado del término “evolucionar”. Por alguna razón nos hemos separado del mundo que nos rodea y de quiénes somos realmente. Hemos aprendido a perder nuestra libertad desde pequeños, pero aún podemos recuperarla con estos seis pasos:
1. Escúchate y aprende a reconocer la verdad detrás de tus palabras
Todos hablamos de las cosas que son importantes para nosotros, aunque no siempre aceptemos o veamos esta relevancia. El primer paso para ser libres es permitirnos entender realmente lo que nuestros diálogos dicen de nosotros. Aunque solemos aceptar los sueños y metas de los demás como propios, nuestras palabras siempre hablarán de aquello que realmente nos llama.
Escúchate y encuentra qué te interesa.
2. Sé consciente de tus emociones, pensamientos y sentimientos
Una de las primeras cosas que hemos aprendido a dominar y ocultar o controlar son nuestros sentimientos, emociones y pensamientos. Sin embargo, esto no quiere decir que no existan más, solo que hemos aprendido a callarlos o manejarlos de forma “correcta”.
Date la oportunidad de descubrirlos y entender qué los provoca y qué te provocan. Entra en contacto con ellos y acéptalos como parte de tu vida, así podrás canalizarlos correctamente.
3. Reconéctate contigo mismo
Regresa a la unión más básica del universo: la conexión contigo mismo.
Una de las grandes ataduras de nuestra sociedad es la idea de que debemos controlar lo que somos y adaptarnos al entorno social y a las conductas aceptadas. Date un respiro y entabla un diálogo honesto contigo mismo. Descubre quién eres y lo que realmente quieres.
4. No gastes el tiempo en dramas
Tú no eres tu historia, eres lo que haces con ella.
Es común quedarnos atados al pasado, pensando en los fracasos, en los errores, en la relaciones fallidas, etc. No te lo permitas, ser libre implica continuar a pesar de todo esto. Si gastas tu tiempo en estos dramas no podrás ver las nuevas oportunidades que la vida te da y dejarás pasar grandes oportunidades.
5. Mantente en silencio tanto como puedas
Sí, es complicado pero útil.
El silencio nos obliga a escuchar lo que pasa a nuestro alrededor y con el tiempo apropiado nos lleva a analizar aquello que escuchamos. Ser libre implica un entendimiento profundo de lo que nos hace actuar. Si no logramos escuchar nuestro entorno, tomaremos las expectativas de los demás como nuestras sin cuestionar.
6. Reduce las distracciones y enfócate
La libertad se traduce en varios ámbitos, pero en todos aplica la misma máxima:
entre más distracciones tengas, menos libertad habrá. Es probable que llegado a este punto, la libertad pueda generar incertidumbre pues en los momentos de duda tendrás menos oportunidades de pensar en otra cosa.