Cómo se reprograma la mente
Si continúas con la misma conducta de siempre, no vas a cambiar tu existencia. Es tan simple como ello. Si hay algo que no te gusta, modifícalo. Las personas suelen quejarse de todo, pero están lo suficientemente “cómodas” como para dar el salto y hacerlo de un modo distinto. No olvides este mantra: “si realmente deseas un resultado diferente, pues haz algo diferente”.
Parece demasiado lógico y sencillo cuando se lo coloca en palabras, pero en la práctica, no siempre es tan así. Es que las personas somos seres de costumbre, que hacemos por repetición, por comodidad, por no pensar en otra opción, etc. Sin embargo, también somos los primeros en quejarnos o criticar lo que nos pasa. ¿No sería más fácil poner manos a la obra y forjar nuestro propio destino? Podrás decir tal vez que eso ya está escrito, pero también es verdad que al futuro “hay que ayudarlo un poquito”.
Para que tu cerebro esté programado como en la actualidad, tuvieron que pasar muchos años, experiencias y sucesos. Eso fue forjando tu personalidad, la forma en que te relacionas con la gente, la crianza que le das a tus hijos, los logros en tu trabajo, etc. La buena noticia es que la mente se puede “reprogramar” como se hace con un ordenador o un móvil. Ese “reset” nos sirve para poder afrontar nuestro presente y sobre todo, el futuro, de una mejor manera, eliminando todo aquello que no nos hace bien o que nos impide avanzar.
Si quieres cambiar algo de tu vida, lo primero que debes hacer es preguntarte por qué lo deseas modificar. No es necesario que otras personas sepan esta respuesta. Haz el ejercicio estando solo en tu casa, en tu habitación, mientras te das un baño de inmersión o hasta cuando te vas de viaje. La segunda pregunta es ¿para qué lo quieres hacer? Tal vez porque no eres feliz, porque estás buscando al amor que no llega, porque intentas graduarte o ser ascendido en el trabajo. Puede que ni siquiera haya una razón puntual más allá de “ser mejor persona”.
Piensa en los pasos que deberías seguir para poder cambiar tu conducta y en cuánto tiempo estimas que lo lograrás. Sé objetivo y equilibrado: no es bueno que la fecha límite sea muy cercana ni tampoco muy lejana.
Nuestra programación viene desde la infancia, desde el primer momento de nuestra vida. Está condicionada por la crianza de nuestros padres y las enseñanzas de nuestros maestros. Si bien es cierto que la personalidad tiene mucho que ver, las relaciones son más que importantes. Si deseas reprogramarte como lo harías con tu PC, tienes que diseñar ese nuevo software o programa para que sea acorde a tus necesidades y requerimientos.
Está comprobado por estudios médicos del área de la neurociencia que las personas “conversan” consigo mismas unas 14 horas por día. De esta comunicación, el 90% de las palabras o lenguaje es negativo. “No entiendo nada”, “no puedo hacerlo”, “es muy difícil”, “soy demasiado torpe”, “siempre llegando tarde”, “esto no es para mi”, son sólo algunas de las frases más frecuentes que pasan por nuestra mente. Si seguimos con el ejemplo del ordenador, serían como los virus que van destruyendo el sistema. Lo mismo ocurre dentro de ti. Todo lo que debes hacer es aplicar un buen antivirus y eliminar todo el malware que se ha apoderado de una de las partes más valiosas de tu organismo como es la mente.
Tus pensamientos y tus creencias en el pasado son los que crean tu presente y por ende, están forjando tu futuro. Si no consideras que eres un líder hoy, tampoco lo serás mañana. Si crees que no encontrarás al amor de tu vida en esta jornada, tampoco lo harás en la siguiente. Todo esto por no reprogramar el cerebro como se debe. Necesitas modificar tus ideas para conseguir tus objetivos.
Como tu mente tiene la tendencia a “hablar”, cuando te des cuenta que esa conversación está yendo para el lado de lo negativo, comienza a repetir afirmaciones positivas. Así, irás diseminando lo malo, como las nubes del cielo cuando hay viento.
Tres pasos para reprogramar el cerebro
1-Repetición: programa tu mente repitiendo una afirmación todas las veces que puedas. Esto provocará mayor actividad neuronal y estarás, como se dijo antes, eliminando las malas ideas. Cambia de a poco los patrones de pensamiento que dañan el cerebro.
2-Recordatorios: la mente hará que vayas olvidando lo que deseas cambiar porque tendrá lo que se denomina una “resistencia al cambio”. Imagina que dentro de tu cerebro hay una persona que controla la programación y que es un tanto reticente a modificar los hábitos que viene repitiendo hace años. Debes ser un jefe estricto y disciplinado para que tu “empleado” cumpla con lo que le dices. El problema es que no puedes despedirlo, debes lidiar con él.
3-Visualización: cada día tómate entre 5 y 10 minutos para pensar en ese objetivo que tienes. Imagina que ya estás viviendo esa situación, siente de la misma forma que lo harás en ese momento. Trata de añadir cada vez más detalles a ese retrato, hasta que la escena quede completa.