Ayudar a crecer
Hoy en día los niños y adolescentes se enfrentan a una gran paradoja: viven un gran avance intelectual con un retroceso emocional. Aunque esto no es general y podemos encontrar excepciones, la madurez no está llegando de igual forma a todos.
Los problemas de la información excesiva
Los psicólogos y sociólogos concuerdan en que las nuevas generaciones tienen acceso a demasiada información en internet, mucha de la cual aún no es apropiada para sus edades.
Sumado a esto, encontramos el hecho de que cada vez se exige tener una mayor madurez emocional a los niños y adolescentes. Esto los obliga a “crecer” y prepararse para las responsabilidades de la adultez mucho antes de lo normal. Todo esto es resultado de diversos factores y no es solo responsabilidad de los padres que desean que sus hijos eviten las experiencias dolorosas que los lleven a madurar.
Los niños y adolescentes se enfrentan a información para la que no están preparados y que no siempre pueden manejar.
Debemos recordar que la parte adulta de su cerebro aún se está formando, por lo que no está preparada para muchos de los problemas que las sociedades actuales presentan. Esto tiene como consecuencia que las mentes de estos niños y adolescentes tomen la información y la guarden sin generar las emociones saludables correspondientes.
Las señales de la madurez en los niños y adolescentes
A todos nos gusta ver a un niño o adolescente que es capaz de cuidarse y se muestra maduro en la toma de decisiones o en la interacción con los demás. La madurez en los primeros años de vida depende en gran medida de la educación que se recibe en el hogar y la escuela, pero aún más del ejemplo de los adultos.
Las señales de la madurez en niños y adolescentes son:
1. Es capaz de llevar a cabo sus tareas
Los niños y adolescentes maduros realizan las actividades que les corresponden aunque no sean de su agrado. Esto implica que
son capaces de retrasar la gratificación o hacer lo correcto a pesar de que no lo deseen.
2. No toman la crítica como algo personal
La gente madura entiende que nada es tan bueno o malo como parece a simple vista, por lo que
reciben la crítica positiva o negativa sin permitir que los dañe o afecte la forma en que se ven a sí mismos.
3. Son personas humildes
La humildad va de la mano con la madurez. Esta característica implica que no están enfocados en atraer la atención de los demás a sí mismos.
Son capaces de ver los éxitos de los demás y darles el respeto que se merecen.
4. Toman decisiones basadas en sus valores, no en sus sentimientos
Los niños y adolescentes maduros viven en base a sus valores y principios, en los cuales basan sus decisiones y acciones.
Son capaces de progresar reaccionando de forma ética a las oportunidades que se les presentan y son proactivos.