Mecanismos de Defensa ¿Sabes cómo funcionan?
Todos enfrentamos retos y complicaciones en nuestra vida. Algunos de estos retos nos superan considerablemente y nos obligan a adaptarnos. Para lograrlo, nuestra mente usa distintos mecanismos de defensa que nos permitan continuar de la mejor forma posible.
Freud nos decía que estamos determinados por nuestra realidad social y biológica. Explicaba que cuando existen conflictos entre nosotros y el ambiente donde vivimos nos sentimos abrumados, amenazados y como si todo el peso del mundo recayera sobre nosotros. Si nos vemos obligados a aceptar estas debilidades, viviremos situaciones de ansiedad, neurosis y emociones límite. Nuestra mente puede defenderse con uno o varios de los siguientes mecanismos de defensa:
Identificación con el agresor
Quienes son víctimas del trato negativo o de conductas negativas pueden mitigar sus miedos al adoptar las mismas conductas que les afectan. Este mecanismo puede desarrollarse en cualquier momento y con cualquier perfil, desde la madre golpeada que se convierte en agresora de sus hijos hasta las víctimas del Síndrome de Estocolmo o los niños soldados.
Represión
Este fue el primer mecanismo de defensa que Freud descubrió y posiblemente el más importante
. A través de este proceso, nuestra mente evita que seamos conscientes de los pensamientos molestos o amenazadores que surgen de la culpa, deseos negativos o recuerdos que dañinos.
Proyección
En este mecanismo atribuimos nuestros pensamientos, sentimientos y motivos a otra persona. Los pensamientos proyectados suelen ser aquellos que causan como la agresión o fantasías sexuales poco aceptadas por la sociedad. Por ejemplo, puede ser que sientas odio por una persona pero creas que este es un sentimiento inaceptable. Tu mente creará la idea de que esa persona te odia a ti.
Sublimación
Este mecanismo de defensa ocurre cuando desplazamos nuestras emociones a través de actividades constructivas. Se puede tratar de la creación de arte o la práctica de algún deporte. Muchos grandes artistas y deportistas han usado esta técnica para sobrellevar y sobrevivir a sus problemas, convirtiéndolos en algo provechoso.
Negación
La negación implica el bloqueo de eventos externos de la conciencia.
Si una situación es demasiado compleja para manejarla, la persona sólo se niega hacerlo. Esta es una defensa primitiva y peligrosa pues la realidad no se puede ignorar por mucho tiempo. Para que la negación sea realmente eficiente de estar complementada con mecanismos más sutiles.
Regresión
Cuando el estrés es demasiado, estamos muy asustados o nuestros problemas son muy graves podemos adoptar comportamientos infantiles o primitivos.
Formación reactiva
En este mecanismo la persona se comporta de la manera opuesta a la que piensa o siente. De esta forma, la persona se mantiene a salvo ignorando sus verdaderos motivos y sentimientos. Quien siente odio, actúa dando máximas muestras de amor o quien siente vergüenza, basa su conducta en la moralidad excesiva.
Desplazamiento
El desplazamiento
es la redirección de un impulso (generalmente agresión) sobre un objetivo sustituto incapaz de responder. Por ejemplo, quien se siente incómodo con sus deseos sexuales puede sustituirlo con un fetiche.
lamelnteesmaravillosa.com