No hay que estar triste, Ana - hay que estar feliz por haber podido compartir este tiempo con él, con tu hijo...
siempre tenemos que intentar pensar en lo bueno, ser optimistas...
seguro que tienes ahí más familia que te necesitan ahora, que quieren que estés por ellos, porque se nota, aunque muy lejos de ti, que eres una persona con mucho amor para dar, mucha comprensión, y siempre dispuesta a ayudar...
Ana, un abrazo muy fuerte, amiga...
