Claves y ventajas de la reactancia
Si alguien te presiona para actúes de cierta manera sin tener en cuenta tu voluntad, probablemnte tu reacción será negarte o bien hacer todo lo contrario. Eso es lo que se denomina “reactancia”. Es una resistencia ante las presiones que no respetan nuestra libertad de elección y se imponen, ya sea a través de comportamientos o de ideas. Allí es cuando suele surgir en toda su expresión.
La reactancia es muy frecuente en los niños y sobre todo en los adolescentes y se se dice popularmente “rebeldía”, ante las normas o códigos que establece la familia, el colegio, la sociedad, etc.
En algunos casos, la reactancia puede ser útil, ya que seguir las reglas implican un esfuerzo (llegar temprano a la escuela, hacer la tarea, ordenar el cuarto, etc), el cuál es mayor a no hacerlo y oponerse (dormir más, no estudiar, dejar todo tirado en la habitación). Los padres y los educadores deben enfrentarse a la reactancia juvenil y hacer que las normas se cumplan. El “secreto” está en que no parezca una orden, sino buscar la manera más original, didáctica y “suave” posible para evitar el rechazo.
Es preciso que los adultos tengan en cuenta que la reactancia es una reacción emotiva y muchas veces inconsciente que lleva a contradecir las reglas impuestas por alguien que “manda más”. El rechazo puede aumentar todavía más si se lleva a cabo una persuasión defectuosa o aún todavía si se amenaza con castigos.
La reactancia, a su vez, es pensar que las leyes son injustas y a logrado muchos movimientos juveniles y estudiantiles. Uno de los más conocidos fue el grupo de estudiantes que en mayo de 1968 lanzaron su lema “Prohibido prohibir”.
En el sector de la psicología inversa se suele utilizar la técnica o efecto reactancia para poder influir sobre la gente, haciendo exactamente lo contrario a lo pedido. Si tu deseo es que una persona cercana vaya contigo a un lugar, en vez de “obligarlo” a hacerlo, le dices, que mejor no vaya, porque prefieres ir solo y que no te moleste. Es más que probable que decidirá acompañarte, solo por “llevarte la contra”.
Las personas que sufren o sufrieron algún tipo de abuso psíquico o físico es más probable que aparezca la reactancia, como una reacción lógica de protección, aunque también puede ocurrir que haga lo que se le pide por miedo. En otras circunstancias, puede aparecer como una manera de oponerse a lo establecido. Esto es más “popular” en las ciudades, porque hay más señales y normas a cumplir. Los grafitis pueden considerarse una manera de expresar la reactancia, por ejemplo. Sin embargo, en casos de romper patrimonio público o instalaciones, se añade el aliciente del morbo.
La teoría de la reactancia está formada por cuatro elementos principales: la amenaza a la libertad; la libertad percibida; el rechazo a las normas y la restauración del libre albedrío.
La reactancia aparece bastante en las campañas de publicidad. Hace algunos años, las tandas contra el tabaco, las drogas y el alcohol remarcaban que eso estaba prohibido desde un punto de vista negativo. El mensaje, entonces, estaba basado en lo que no se podía hace, no estaba permitido, no era apto. Se censuraba un comportamiento o una actitud. ¿Cuál fue el resultado? Muchos jóvenes comenzando a fumar al preguntarse ¿qué será esto que tanto prohiben? Muchas personas, ven atractivo lo que no se puede hacer o está vedado.
En la actualidad, las publicidades han cambiado bastante el mensaje y se enfocan en comunicar los riesgos y consecuencias de ciertas conductas como ser fumar o conducir si se bebe. Muestran alternativas a estas actitudes con frases del tipo “por estar de moda no quiere decir que sea bueno para ti” o “la diversión no depende de cuánto bebas cada fin de semana”. Es decir, que se centran en el mensaje de crear conciencia y no en la prohibición. De esta manera se consiguen mejores resultados y adolescentes que realmente están al tanto de los prejuicios de ciertos hábitos.
lamenteesmaravillosa.com