Ir a la playa no solo es un simple ritual para broncear nuestra piel, se trata más bien
de toda una experiencia. La brisa nos relaja, el contacto con la arena y la naturaleza
nos hace sentir bien pero sin duda lo mejor de todo es meternos al mar en medio de
un día de calor y refrescarnos. Esta zambullida tiene diversos beneficios para la salud.
El agua de mar cuenta con una composición distinta a la dulce: posee zinc, potasio,
yodo y oligoelementos que la convierten en una gran aliada de nuestra piel y nuestro
cuerpo en general. Uno de sus principales beneficios son sus propiedades antibióticas
que funcionan muy bien en los procesos de cicatrización
Nadar o flotar en el mar ayuda a la relajación muscular y gracias a la presencia de yodo
también favorece la recuperación de los músculos ante ciertas lesiones
Desde hace décadas a las personas con problemas o enfermedades respiratorias se le
s recomendaba respirar brisa marina y darse baños en el mar y es que este tipo de agua
favorece mucho nuestros pulmones siendo ideal para acabar con catarros, tos con flema
y mejorar dolencias más serias
Quieres sufren de enfermedades reumáticas como la artrosis se ven altamente
beneficiados por los baños marinos que disminuyen el dolor en este tipo de
padecimientos.
Su contenido de magnesio ayuda a calmar la ansiedad por lo que unos cuantos días en
la playa es una terapia recomendada para quienes sufren de nerviosismo,
estrés o depresión de leve a severa
Los paseos por la playa además ayudan a masajear nuestros pies gracias a la
textura y constitución de la arena, la que también podemos usar para exfoliar la piel
Si vives cerca del mar has una terapia marina al menos una vez a la semana, durante
el verano puedes zambullirte y en los meses de frío simplemente respirar su brisa
fresca llena de efectos beneficiosos para tu salud
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