¿Sabrías detectar el abuso sexual infantil?
El abuso sexual infantil es toda situación en la que un menor es usado para mantener una relación sexual por un adulto o persona de mayor edad, madurez o poder. En muchas ocasiones es difícil de detectar. Las falsas creencias y el tabú del mundo adulto cohíben y coaccionan al niño a la hora de confesar el abuso. Así, la primera forma de afrontarlo es ser conscientes de los prejuicios que nos dificultan descubrir o darnos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor. Por esta razón, la actitud, la empatía y una respuesta adecuada ante la confesión del abuso son claves para ayudar a la víctima. A continuación, se exponen algunas de éstas creencias y cómo afrontar la situación.
1.- Las personas que abusan sexualmente de menores suelen ser enfermos mentales diagnosticados:
FALSO: No hay ningún rasgo que caracterice a los agresores, por lo que no existe forma de identificar a los potenciales agresores. La mayoría de las personas que sienten deseo hacia los niños (pedófilos) no llevan a cabo ningún abuso, y conscientes de su problema, buscan ayuda.
2.- Los agresores de menores son personas aparentemente normales:
FALSO: son personas con graves déficits en su socialización (falta de ética, falta de autocontrol, incapacidad de discernir…). En una familia bien socializada esto no ocurre.
3.- Si ocurriera un abuso sexual en mi entorno, me enteraría:
FALSO: La mayor parte de los abusos no son conocidos por las personas más cercanas a las víctimas, dado que éstas tienden, con mucha frecuencia, a ocultarlos por vergüenza o miedo.
4.- La mayoría de los abusos sexuales ocurren en familias con bajos ingresos o con problemas:
FALSO: Es cierto que los abusos son más frecuentes en determinados ambientes de hacinamiento o de violencia familiar, pero los datos confirman que están presentes en todas las clases sociales y zonas geográfica. Pueden ocurrir en cualquier lugar y momento.
5.- Si un menor nos cuenta que ha sufrido un abuso, no siempre debemos creerle:
FALSO: Sólo el 1% de los menores inventan historias de abuso sexual (para vengarse de un adulto, chantajear a un padre en una separación, etc.). Cuando un niño dice que ha sido objeto de abuso, prácticamente siempre dice la verdad y, por consiguiente, debemos creerle siempre.
6.- Si un niño fuera abusado, su madre se enteraría y lo denunciaría
FALSO: Cuando el agresor es un miembro de la propia familia, bastantes madres reaccionan ocultando los hechos (las familias denuncian en el 12% de los casos). No es infrecuente que la madre desempeñe un rol facilitador del incesto con el fin de retener al marido y obtener seguridad familiar; se trata, normalmente, de madres muy dependientes del marido o con relaciones sexuales insatisfactorias con él.
7.- Hoy en día se cometen más abusos que antes
FALSO: No sabemos cuántos abusos ocurrieron en el pasado, pero sí podemos afirmar que no eran infrecuentes. Hay que tener en cuenta que ahora son más estudiados, y se denuncian cada vez más, mientras que en el pasado eran un tema tabú incluso para la mayoría de los profesionales.
8.- Los agresores son casi siempre familiares
FALSO: Los agresores pueden tener relaciones de muy diverso tipo con la víctima. El 60% son conocidos y el 40% desconocidos.
Hay diferencias en función de si se da en el medio urbano (más desconocidos) o rural (más conocidos); y también en función del sexo: hombres (desconocidos) Vs. Mujeres (conocidas). Por otra parte, los abusos intrafamiliares tienen menos prevalencia en España (16% de abusos de niñas y 4% de abusos de niños).
9.-Algunas víctimas infantiles, sobre todo las mayores, son responsables de causar el abuso por incitar al adulto
FALSO: Los menores nunca son los responsables de provocar el abuso que sufren. Es cierto que algunos niños seducen, pero lo hacen porque alguien les ha enseñado a obtener ventajas de la seducción. En condiciones de buena socialización, no son seductores (en contra de lo que postula la teoría psicoanalítica).
10.- Los menores pueden evitar el abuso.
FALSO: A los menores les coge por sorpresa, no saben lo que está pasando, les engañan o les amenazan.
11.-Los abusos se dan casi siempre con violencia física
FALSO: La violencia física en los abusos es, más bien, una excepción (11% de los casos). Las estrategias más utilizadas por los agresores son los sobornos, la persuasión, las amenazas, etc.
12.- Los efectos del abuso sexual no siempre tienen por qué ser graves
VERDADERO: Alrededor del 30% de las víctimas parece elaborar bien la experiencia y no padece ningún efecto negativo a corto plazo. Además, cerca del 70% no padece ninguna secuela a largo plazo. Los efectos a corto o a largo plazo no se dan, por tanto, en todos los sujetos, y si llegan a producirse, pueden ser superados. No obstante, en la resolución de la experiencia traumática intervienen numerosos factores como es la elaboración del trauma, el tiempo que ha durado el abuso, si ha ocurrido en un ambiente habitual o no, por personas conocidas, el estado emocional, el apoyo social, etc.
13.- La mayoría de los que sufren abusos acaban abusando
FALSO: Es cierto que los hombres que han sido víctima de abusos tienen más probabilidad de cometer abusos que aquellos que no lo sufrieron (tienen un 33% de probabilidad de repetirlo).
Sin embargo, no todos los que sufren abusos los cometen, ni todos los que los cometen han sufrido abuso. De hecho, la mayoría de las víctimas son mujeres, mientras que la mayoría de los agresores son hombres. La probabilidad de aprender de esta mala experiencia es mucho mayor en los hombres.
14.- Bastantes abusos son cometidos por alguien que el niño conoce y en quien confía
VERDADERO: la principal estrategia utilizada por los agresores es el uso de la confianza original (familiares, amigos, conocidos, educadores, etc.) o creada.
15.- Si un menor se retracta en una denuncia de abuso sexual significa que éste fue inventado
FALSO: Es habitual que un menor se retracte, por diversas razones: numerosos interrogatorios, presiones de abogados, presiones de la familia, miedo a amenazas previas o gestos del agresor, etc. De hecho, este fenómeno está estudiado y se conoce como el fenómeno de revictimización.
16.- La mayoría de los niños/as que sufren abusos acaban contándoselo a un adulto
FALSO: Un número importante de abusos no son comunicados a nadie (cerca de un 30%), y los que son comunicados, no siempre se hace a personas que pueden prestar una ayuda eficaz (el 50% de los casos lo comunicaron a un amigo, el 42% a una familiar, el 3% se lo contó a un educador, y ninguno a la policía/abogado/juez).
17.- Gran parte de los menores que sufren abusos sexuales tienen entre 9 y 14 años
VERDADERO: la pubertad es el periodo en el que los niños y niñas son más vulnerables. Entre los 10 y 13 años ocurren más del doble de casos de abusos sexuales que en cualquiera de las otras edades (Aunque es posible que a medida que descendemos en edad, algunos casos de abuso no son recordados o reconocidos como tales por los niños).
18.- Se da más en niñas que en niños
FALSO: Los abusos sexuales son más frecuentes en las mujeres que en los hombres, pero en ambos sexos, su prevalencia es alta (15% de los niños, y 23% de las niñas). Los niños revelan menos el abuso por: tabú sobre la homosexualidad, y expectativas sociales (más capacidad para defenderse)…
19.- La víctima de abusos sexuales en la infancia está más predispuesta a sufrir abusos en la vida adulta.
VERDADERO: Es el fenómeno de la revictimización. Las explicaciones posibles es a que se deba a un bajo autoestima.
20.- Normalmente, un hombre que abusa de sus hijos/as, también maltrata a su esposa
FALSO: No tiene nada que ver el maltrato físico con el abuso sexual. En ocasiones, incluso, los padres abusadores son esposos ejemplares.
21.- Aproximadamente, en la mitad de los casos de abuso sexual a menores el abuso ha ocurrido varias veces
VERDADERO: El 44% de las víctimas sufrieron abusos repetidos entre 1 y 25 veces más. La repetición del abuso aumenta la posibilidad de que los efectos sean graves, porque es más probable que la víctima se sienta culpable por no evitarlo y porque las relaciones agresor-víctima puedan entrañar.
22.- Algunos niños/as que han sufrido abuso sexual han podido experimentar placer físico con el abuso.
VERDADERO: No olvidemos que la estimulación fisiológica existe pero sin embargo no hay un placer psicológico ni un disfrute de la situación. De hecho, esta misma cuestión facilita la culpabilidad y la vergüenza para confesar los abusos sexuales o resolver la experiencia traumática.
23.- Los profesionales que denuncian abusos sexuales pueden ser demandados por la familia si el caso no es admitido a trámite por los juzgados
FALSO: Si alguien sospecha de un posible caso de abuso, su deber es denunciarlo.
24.- Para denunciar un abuso sexual es necesario que existan evidencias físicas
FALSO: Debemos tener en cuenta que:
- No hay síntomas específicos directa y exclusivamente vinculados a los abusos.
- Previamente conviene descartar otras explicaciones, a veces más evidentes.
- Lo más importante es crear un clima de confianza y comunicación con el niño, y estar atento a posibles cambios bruscos que no se puedan explicar de otra manera.
- Usar un amplio listado de de indicadores indirectos sólo puede llevar a la confusión y a simplificaciones y atribuciones engañosas.
Además, cuando se usan conductas sexuales supuestamente problemáticas como indicadores de abuso, puede haber errores, porque hay menores con conductas sexuales problemáticas que no han sufrido abusos y menores sin estas conductas que sí los han sufrido.
25.- Un porcentaje similar de hombres y mujeres abusan sexualmente de menores
FALSO: la mayoría de los agresores son varones (al menos un 85%), aunque también hay mujeres que abusan (al menos un 15%).
¿Qué hacer cuando un niño confiesa el abuso?
Sabiendo esto, debemos dejar a un lado los prejuicios y falsas creencias sobre el abuso sexual infantil y actuar de la manera correcta. No debemos olvidar que sólo entre un 10-40% (según estudios) de quienes conocen el abuso proceden a denunciarlo. Para esto, hay ciertas premisas básicas de actuación de las que depende el desarrollo sexual, emocional, social, físico y cognitivo del niño o niña:
a) Si un niño confiesa un abuso no hay que enfadarse con él ni hacerle entender que somos reticentes a creer lo que nos cuenta, por improbable que nos parezca.
b) NUNCA se debe culpabilizar del abuso a los niños. Como hemos visto, los niños no buscan lo que les sucede, el problema lo tiene el agresor que busca esa relación.
c) Hay que darle al abuso la importancia que tiene pero el esfuerzo debe radicar en no victimizar al niño pues esto complicaría el malestar emocional de la experiencia traumática. La reacción debe ser adecuada para evitar que el niño por miedo, malestar o vergüenza se retracte de lo dicho.
d)Con esto se pretende no sobreproteger ni estigmatizar al niño, pues esto produce problemas emocionales adicionales
En resumen, una reacción adecuada se basa en: escuchar al niño/a y que éste se sienta escuchado/a, nunca hay que exponerlo/a al agresor, se deben enviar mensajes positivos que le permitan comprender la situación y entender que es inocente, no debe ser recriminado/a y se le debe hacer ver que es muy valiente por haber confesado el abuso; además, es primordial que reciban una atención médica y psicológica especializada.
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