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Nomofobia: Adicción a los teléfonos móviles
ESFR
Septiembre 2014
5,1 mil millones de personas en el mundo, o sea el 75 % de los habitantes, según el sitio Gartner.com, poseen por lo menos un teléfono móvil. El teléfono sirve para llamar pero también para enviar SMS y sobre todo para conectarse a Internet y las redes sociales, creando así adicción que afectan cada año a más personas y que son cada vez más desventajosas para estas personas.
En 2012, un estudio británico precisaba que el 66 % de los usuarios de smartphones sufrían si debían estar sin su smartphone.
Nomofobia: miedo de ser separado de su teléfono
Un estudio efectuado en 2008 por la UK Post Officeen reveló que el 53 % de los usuarios de teléfonos móviles presentaban síntomas de ansiedad en caso de problemas con su teléfono móvil (pérdida, batería baja, mala cobertura).
La nomofobia, cuyo nombre proviene de la contracción de "no mobile phobia", es un término que designa la fobia de no tener su teléfono móvil al alcance de la mano.
Adicción
Las manifestaciones características de la adicción y de la dependencia al teléfono son su utilización incesante, en la calle, en los centros comerciales, en los transportes, durante las compras y a veces hasta en un centro médico. Mirar su teléfono sin cesar representa un signo mayor de la dependencia. La aparición de una angustia cuando una anomalía o un bugg aparecen, cuando no se encuentra el teléfono o cuando es imposible recargarlo también indican esta adicción.
Las personas dependientes necesitan tener su teléfono cerca de sí siempre, en sus manos y al lado de su cama. El objeto se vuelve una extensión de su propio cuerpo y representa el objeto que los tranquilizan. Esta adicción puede conducir a un repliegue sobre sí, incluso para ciertas personas predispuestas a una forma de autismo con una rotura con el exterior y una pérdida de convivialidad.
Intolerancia a las frustraciones: impaciencia insoportable
Responder a los emails o navegar por las redes sociales representa para los dependientes de su teléfono una urgencia, dándoles prioridad sobre las cosas que realmente la tienen. Si las personas adictas a su teléfono móvil no pueden usarlo les provoca situaciones de impaciencia y de intolerancia y frustraciones insoportables.
Manifestaciones físicas
La pérdida de su teléfono puede incluso provocar en ciertas personas una crisis de pánico con la aparición de una sensación de asfixia y dificultad para respirar, sudores y tener una aceleración de su ritmo cardíaco.
Tratamiento: ¿Consultar un psicólogo?
Hay que aprender a utilizar progresivamente menos su teléfono tratando por ejemplo de no utilizarlo varias veces al día durante 15 minutos al principio, luego progresivamente aumentando este tiempo para llegar a períodos de 1 hora. Esto es parecido a una forma de desensibilización, tratamiento alergológico que consiste en reacostumbrar progresivamente su organismo a tolerar un alérgeno como el polen por ejemplo.
También hay que conseguir no mirar el teléfono en presencia de otras personas y aprender a no manipularlo sin interrupción durante salidas por ejemplo.
Pero es a veces necesario, en situaciones extremas de adicción severa, consultar con un psicólogo con el fin de controlar estos síntomas.
Foto: © Maksim Kostenko-fotolia
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Lo que aquí no se menciona,pero que es una consecuencia lógica, es el lavado de cerebro
que las grandes potencias comerciales
ejercen sobre los adictos,
volviéndolos,como decis: Idiotas...