Los estudiantes de la academia de Platón dedicaban los primeros años de su formación a aprender a callar. Por su parte, un proverbio reza: «Antes de hablar, asegúrate que lo que tienes que decir es más importante que el silencio»,mientras que los ingleses dicen que «El verdadero gentleman es aquel que domina la gaita pero no la toca».
Éstos son sólo algunos de los beneficios del noble arte de callar:
1. Al no descubrir su juego, la persona silenciosa se dota de una aureola de misterio que la hace más atractiva para los demás.
2. Callar es indispensable para poder escuchar lo que dicen los otros.
3. Con la boca cerrada es más difícil crear malentendidos, que luego exigen mucha energía -y tiempo- para deshacerlos.
4. El silencio sobre nuestros méritos tiene una triple ventaja: a) nos permite sorprender a los demás, b) previene las envidias, c) evita el aburrimiento.
5. Si uno no tiene nada importante que decir, permanecer callado siempre puede ser percibido exteriormente como signo de inteligencia.
6. Un tiempo de espera tras una pregunta permite una respuesta más profunda y meditada.
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