EL ALFARERO
Todo tu cuerpo tiene copa o dulzura destinada a mi.
Cuando subo la mano encuentro en cada sitio una paloma que me buscaba, como si te hubieran, amor, hecho de arcilla para mis propias manos de alfarero.
Tus rodillas, tus senos, tu cintura faltan en mi como en el hueco de una tierra, sedienta de la que desprendieron una forma, y juntos somos completos como un solo rio, como una sola arena.
Pablo Neruda
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