Madrigal
Ven a mí que vas herido que en este lecho de sueños podrás descansar conmigo.
Ven, que ya es la media noche y no hay reloj del olvido que sus campanadas vierta en mi pecho dolorido
Tu retorno lo esperaba. De un ángulo de mi vida voz sin voz me lo anunciaba.
Concha Méndez (1898-1986)
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