SALMO 42
Como el ciervo brama
por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios,
el alma mía.
Mi alma tiene sed de Dios,
del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,
Mientras me dicen todos los días:
¿Dónde está tu Dios?
Me acuerdo de estas cosas,
y derramo mi alma dentro de mí;
De cómo yo fui con la multitud,
y la conduje hasta la casa de Dios,
Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.
¿Por qué te abates, oh alma mía,
y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
Dios mío, mi alma está abatida en mí;
Me acordaré, por tanto,
de ti desde la tierra del Jordán, (…)
Un abismo llama a otro abismo, a la voz de tus cascadas;
Todas tus ondas y tus olas
han pasado sobre mí.
Pero de día mandará el Señor
su misericordia,
Y de noche su cántico estará conmigo,
Y mi oración al Dios de mi vida.
Diré a Dios: Roca mía,
¿por qué te has olvidado de mí?
¿Por qué andaré yo enlutado
por la opresión del enemigo?
Como quien hiere mis huesos,
mis enemigos me afrentan,
Diciéndome cada día:
¿Dónde está tu Dios?
¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios;
porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
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Oración de un hombre(De todo hombre)
que por ser Palabra de Dios,
representa toda la queja humana
ante la adversidad, y que encierra en ella la invencible esperanza y confianza en el Solo que puede Salvar mas allá de todas las apariencias.
¡ BUENOS DÍAS A TODOS !