El reportero en la calle
va buscando la noticia,
yo, al igual que el reportero,
pero buscando sonrisas.
Esas que todos llevamos
y tanto nos cuesta dar;
vamos deprisa, sumisos,
concentrados en problemas.
Y si te hacen tropezar
el mal humor nos agrea;
pués si te piden perdón
devuélvele una sonrisa
que es gratis y tiene un don.
El valor de una sonrisa
no tiene precio y gratifica.
Y si tú la quieres dar ¡pruébalo!
Te sentiras liberada
porque una sonrisa te hace olvidar.
Una sonrisa devuelve la paz.
Una sonrisa es ilusión.
Una sonrisa crea amistad
y aporta vibraciones optimistas,
sobretodo a los mayores
que tanto las necesitan.
Y si aprendes la lección
verás que seguidamente
te vas a encontrar mejor
devolviendo la sonrisa
a cambio de tropezón.