Habilidades sociales frente a los conflictos
Socialmente, cada persona se manifiesta de forma diferente. Algunas son más calladas, otras más extrovertidas, las hay agresivas... Todo ello, responde a las habilidades sociales que adoptamos con el fin de mejorar nuestras relaciones.
¿Quién no recuerda a esa persona que ante un conflicto se muestra agresiva? ¿Y la que se mantiene en apariencia tímida y apartada? Ante un conflicto interpersonal podemos actuar o responder de tres maneras diferentes: de forma pasiva, agresiva y asertiva.
PASIVA
Ante un conflicto social, la persona pasiva se manifiesta de las siguientes maneras:
- Evita la confrontación.
- Suele mantenerse callada, sin expresar lo que siente o quiere.
- Le da mucha importancia a los
deseos de los demás, anteponiéndolos a los suyos propios.
-
Busca la aprobación de los demás pues sufre de sentimiento de culpa ante el rechazo de peticiones.
Una persona pasiva se muestra insegura y es fácilmente manipulable. Son personas que suelen ser muy conscientes de lo que dicen y cómo lo dicen. Cuando alguien pasivo intenta negarse a algo esto le produce malestar porque su "no" no es aceptado.
¿Por qué esta negación causa sorpresa? Porque las personas se acostumbran a que su actuación sea siempre pasiva, algo que resulta muy cómodo para los demás.
AGRESIVA
La persona agresiva, ante un conflicto social, actúa de la siguiente forma:
- Defiende sus derechos de forma violenta.
- Es
hostil, amenazadora y exigente y se muestra como
segura, sincera y directa, pero no de la mejor forma.
- Suele justificar su agresividad con la sinceridad y utiliza la
violencia de forma constante.
- No defiende los derechos o deseos ajenos ni se hace responsable de las consecuencias de sus actos.
Este tipo de actuación muestra a una persona habitualmente enfadada, impetuosa e irritable ante cualquier debate o discusión. Suele alzar la voz y negarse a aceptar la opinión de los demás, tan solo la suya es válida. Al contrario que la persona de actitud pasiva, en este caso si la actitud se vuelve más comprensiva y pacífica no causa rechazo.
ASERTIVA
La persona asertiva se muestra de la siguiente manera:
-
Se conoce a sí misma y acepta sus limitaciones.
- No exige ni se exige nada y conoce y regula los sentimientos propios y ajenos.
- Respeta los deseos de los demás y se valora a sí misma.
- Sabe expresar sus opiniones y sentimientos.
- Se permite
cometer errores pues no busca
la perfección.
Aunque todas las actuaciones son igualmente válidas podríamos pensar que la forma asertiva es la mejor pues tiene más éxito a la hora de resolver un conflicto interpersonal. Ella sigue su propio criterio, no necesita la aprobación de los demás y se permite decir "no lo sé". Es la que suele salir más airosa cuando se ve inmersa en un conflicto.