Hallazgo
Desnuda y adherida a tu desnudez. Mis pechos como hielos recién cortados, en el agua plana de tu pecho. Mis hombros abiertos bajo tus hombros. Y tú, flotante en mi desnudez.
Alzaré los brazos y sostendré tu aire. Podrás ceñir mi sueño porque el cielo descansará en mi frente. Afluentes de tus ríos serán mis ríos. Navegaremos juntos, tú serás mi vela, Y yo llevaré por mares escondidos.
¡Qué suprema efusión de geografías! Tus manos sobre mis manos. Tus ojos, aves de mi árbol, en la yerba de mi cabeza.
Carmen Conde
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