Mar
Mar a donde nos llegan gruesas lluvias amargas. Mar sin olas, sin playas ni veleros distantes. Mar debajo del ruido. Mar en profundidades. Donde no viven sombras, porque allí todo es sombra salvo la sombra verde de mi canto.
Mar encontrado al fondo de mi sueño. Fondo triste del mar con ternura anhelando. Mar distante del polvo y de los trasatlánticos. Enemigo del cielo y aún del hombre enemigo. Mar para sonreír sin que se muere nadie. Mar sin islas que lloren por una voz ausente. Mar sin fusiles. Mar sin soledades. Sin espigas de arroz ni voluntades tristes, ni tristes niños ni perennes lazos.
Mar al fondo del mar y de mi sangre. Principio del vivir, descamisado; desvestido de todo lo superfluo, de mis uñas, corbatas y arrabales. Mar hecho a la medida de mi alma. Mar confidencia de los peces sabios donde habita mi amor enardecido. Mar sin piratas. Sin esos fabulosos capitales. Ajeno de la furia de moscas y de aviones. Como un perro veloz que corre por mis venas y ladra y ladra y ladra de entusiasmo
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