¿Eres un jefe o un líder?
Jefe y líder no son palabras sinónimas, por mucho que a veces en el vocabulario coloquial las usemos como si tuvieran el mismo significado. Veamos en qué consisten las diferencias, ya que son importantes.
Según el diccionario, “jefe” es una persona que tiene el poder de mandar sobre un conjunto de personas subordinadas, entendiendo como mandar la posibilidad de dirigir su comportamiento para que desempeñen una serie de tareas. Por el contrario, “líder” es quién encabeza y dirige un grupo de personas para que entre todos puedan conseguir los mismos objetivos.
A veces no nos damos cuenta los significados de algunas palabras (estas u otras) y las usamos como si fueran iguales, aunque no lo sean. En este caso, lo que deberíamos recordar es que un jefe es el que manda y un líder es el que acompaña a sus empleados. Esa sería la primera diferencia entre ambos conceptos. Pero hay más disparidades en estas dos personalidades y vale la pena conocerlas.
Las empresas de todo el mundo buscan cada vez más líderes que jefes al momento de contratar personal o bien de ascender a sus asalariados. ¿Por qué crees que será esto? Porque la figura del “jefe”, esa persona que se cree estar un escalón más arriba del resto, que se queda en su oficina y sólo sale de allí para dar órdenes, no está demasiado valorado en las compañías. Por el contrario, un “líder”, que trabaja a la par de sus compañeros y no les ordena qué hacer, sino que les aconseja y les explica las razones de las decisiones que toma, es lo que prefieren los dueños de las firmas más importantes.
Para poner un ejemplo más claro, imaginemos un día en una oficina en cualquier ciudad. Los empleados están en sus escritorios. El jefe sale de su recinto, se dirige a los demás para ordenarles que para las 16 horas quiere un informe completo de la cantidad de clientes nuevos que la empresa ha conseguido en el último mes. Termina de hablar, regresa a su oficina y cierra la puerta, esperando que a la hora estipulada, los subordinados cumplan con el encargo.
La misma situación pero vista desde el prisma de un líder sería la siguiente. No sale de ninguna oficina porque trabaja en el mismo ambiente que los demás, para empezar. Luego, cuando necesita un informe con la cantidad de clientes nuevos, indica por qué esa información es valiosa para la compañía (no para él únicamente) y explica de qué manera se pueden conseguir los datos. No duda un instante en ofrecer su ayuda y recomienda cuáles son las herramientas más útiles para que la tarea pueda ser terminada de manera eficaz y en menos tiempo.
¿Has notado la diferencia? Mientras que un jefe sólo ordena y deja que los empleados se arreglen como puedan, un líder está al lado de sus compañeros, los ayuda y los insta a superarse. Queda claro entonces por qué las compañías hoy en día buscan más líderes que jefes. Gracias a la contratación de líderes, los trabajadores están mucho más felices, las presiones son menores y el ambiente laboral es más relajado.
La buena noticia es que un jefe puede convertirse en un líder si cambia su actitud y la forma en que desarrolla su trabajo.
Jefe Vs líder, ¿Cuál eres tú?
A manera de resumen fácil de comprender, enumeramos algunas características de cada personalidad para que puedas determinar cuál de las dos te representa:
- El jefe piensa que tiene un puesto superior a los demás. El líder considera que su rol es un privilegio para poder ayudar a la empresa.
- El jefe dice “yo soy el que mando”. El líder pregunta “¿en qué puedo ayudar?”.
- El jefe influye a través de la autoridad. El líder se gana la simpatía de los demás.
- El jefe siempre quiere imponer su criterio. El líder escucha atentamente las ideas del resto.
- El jefe utiliza armas como el miedo, la amenaza o el temor. El líder es sinónimo de confianza, estímulo y progreso.
- El jefe exige una obediencia ciega. El líder busca que la motivación llegue a cada uno según sus capacidades.
- El jefe señala los errores de los empleados adelante de los demás. El líder comprende que todos tenemos equivocaciones.
- El jefe divide. El líder unifica.
- El jefe distribuye cuáles son las tareas a realizar. El líder ayuda, codo a codo, a cumplir con las obligaciones.
- El jefe considera que cada empleado es una ficha en un tablero. El líder saber que entre todos, se pueden hacer mejores cosas.
- El jefe dice “haz”. El líder expresa “hagamos”.
Esto no quiere decir que un jefe es una mala persona y no quiere lo mejor para la empresa para la que trabaja. Sin embargo, el líder además de buscar la excelencia en lo que hace, trata de que la experiencia y el día a día de los empleados sean más amenos y satisfactorios.