Los efectos de los apodos en las parejas
Toda la vida las parejas han encontrado nombres cariñosos para llamarse entre ellos: amor, rey, mi vida, etc. Además, dentro de estos apodos podemos encontrar aquellos que son más comunes pero también algunos que han sido diseñados especialmente para un miembro de la pareja, únicos en su especie.
Pero, ¿Sabías que un nuevo estudio afirma que las parejas que tienen apodos se sienten más satisfechas con su relación?
Pues sí o al menos así lo dice un estudio realizado por Carol Bruess y Judy Pearson de la Universidad de Ohio. El estudio se realizó con diferentes tipos de parejas, desde recién casados hasta otras que llevaban muchos años juntas. La mayoría al menos tenía un apodo, incluso algunas varios.
¿Por qué el uso de apodos es una prueba de salud emocional en la pareja?
En primer lugar, porque indican que tienen un mundo propio y privado, porque al final para compartir algo no necesitamos nada más que la comunicación, en este caso el lenguaje.
En segundo lugar, el apodo se suele utilizar para manifestar contento o descontento. Así, cuando la pareja se refiere al otro por un nombre distinto al apodo: o bien la pareja se encuentra en un contexto formal (en el que hay que mantener las formas) o bien la persona que omite el apodo está enfadada.
Así, si bien es cierto que no podemos leer la mente de nuestra pareja, como algunas demandan, elementos como el apodo pueden ser grandes facilitadores de la empatía. En el sentido contrario, el apodo también puede ser usado para reclamar un momento de intimidad o en una discusión para ablandar la posición del otro componente de la pareja.
Dicho esto, la pregunta es evidente. A partir de ahora ¿Deberíamos plantearnos buscar un apodo para nuestra pareja? Pues eso lo dejamos a elección de cada uno pero, si os animáis, os damos unos cuantos consejos para que vuestra elección sea acertada:
*Los apodos de toda la vida funcionan muy bien. Cariño, cielo, mi amor, mi vida.
*Elige el apodo adecuado según tu pareja. Si es rockera o gótica, llamarlo “papi chulo” o “mi negra” probablemente no va a tener demasiado éxito.
*No es muy conveniente que uses un apodo que resalte alguna cualidad negativa de tu pareja. “Mi gruñón”, “gordi” o “pequitas” no suele favorecer mucho la relación y en momentos de crisis puede restar en vez de sumar si la autoestima de la otra persona no es buena.
*Para algunos recurrir a ito/ ita como “cosita”, “pequeñita”, “amorcito” siempre es muy efectivo. Sin embargo, a otros puede parecerles el peor canto a la cursilería.
*Hay apodos para golosos, como “bizcochito”, “caramelito”; para amantes de los animales como “gatita” o “tigre”, apodos majestuosos como “mi rey”, “princesa”…o para los amantes del son cubano “mami”, “papi”, “negra”, “negro”…
Una vez dicho esto os invitamos a que probéis a encontrar un apodo si formáis parte de una pareja sin apodos. Fuera de contexto o analizado fríamente puede parecer muy cursi y empalagoso pero también puede ser una buena excusa para divertiros un rato con vuestra pareja; todo lo que unas y compartas con ella, todo lo que pertenezca a vuestro mundo propio y hayáis creado en un contexto positivo siempre os va a unir
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