¿Cómo mejorar nuestro ánimo cuando todo parece ir mal?
Muchos llegamos a un punto en donde todo nos sale mal o diferente a como lo planificamos, lo que afecta negativamente nuestro estado de ánimo. Pensamos que el mundo se nos viene abajo, sentimos que todos están en nuestra contra, y nos cuesta verle el lado positivo a la vida.
¿Realmente está todo tan mal como lo sentimos?
En esos momentos de desasosiego es fácil sentir que no existe nada bueno en lo que ocurre, podrías incluso ganar la lotería y entonces te enfocarías en los impuestos que debes pagar en vez de dar gracias por el premio. Lo que sucede es que nuestra percepción de las cosas está muy influenciada por nuestro estado de ánimo.
Por ello, es importante intentar concentrarse en un hecho simple: el mundo no ha decidido declararnos la guerra de pronto y probablemente nuestra vida no esté tan mal como la vemos. Es una cuestión de perspectiva y de inercia.
Lo importante es no abandonarnos, no actuar como si el mundo tal y como lo apreciamos fuese cierto. No hay mejor forma de atraer a la mala fortuna que caminar con desesperanza y rendido.
¿Qué hacer para superar estos estados emocionales?
Cada vez que tenemos un problema tratamos de encontrarle una solución, pero no hay razón para que lo hagamos en solitario. Simplemente, la mera exposición del problema hace que apreciemos elementos en él que antes se nos había pasado por alto. A veces, simplemente, un buen hilo narrativo del mismo nos da la solución!
El buscar apoyo entre las personas que conoces y que sabes que te aprecian es muy importante, especialmente aquellas en las que sabes que puedes confiar para contarles tus problemas: son buenas escuchando, saben expresarse sin hacer daño y están dispuestas a ayudarte.
Distraerse de los problemas puede ser de ayuda
La música puede ser una ayuda indispensable para cambiar nuestro estado de ánimo. Te diría más, en el fondo no es la música sino son las sensaciones que previamente has asociado a esa música las que te van a echar una mano. Te sugiero que hagas una lista de reproducción que contenga canciones que te reconforten y te den un impulso. Por supuesto, por bonitas que sean, no incluyas en esta lista cualquier canción que te vuelva melancólico.
También puede ser una buena idea sacar nuestra agenda y buscar un número. Todos tenemos a alguien cercano que es especialmente optimista. Vamos a intentar pasar un tiempo con esta persona y vamos a dejar que sus emociones nos contagien. Nos animará y probablemente nos ayudará a reconstruir la percepción que tenemos de nuestra vida.
Si tienes un animal como mascota sabrás lo terapéuticos que pueden llegar a ser. Si no tienes ninguna, puede ser un buen momento para que te plantees adoptar alguna. Ellos retribuyen todo el amor que les das, con muchas sonrisas. Si te decantas por esta opción, hazlo siempre con responsabilidad.
Algunas personas piensan que es una buena idea ir de compras cuando te sientes mal. Puede ser aceptable como una forma simbólica de hacer una renovación, pero antes de cargar tus tarjetas a costa de renovar tu armario, también es bueno revisarlo y ver qué es lo que te sienta bien y lo que no. Si hay algo que no te gusta o te trae malos recuerdos es bueno que lo apartes. Ordenar y sacar aquello que no nos sirve ayuda a saber qué necesitamos.
Aunque tu estado emocional te invite a ello, no es un buen momento para que te detengas. Estamos diseñados para estar en movimiento y el movimiento nos produce bienestar ya que afecta positivamente a nuestro sistema nervioso y, por consiguiente, a nuestras emociones.
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