¿Cómo nos ha manipulado la Industria Tabacalera?
“El problema es ¿Cómo vender la muerte? ¿Cómo vender un veneno que mata 350.000 personas por año, 1.000 personas por día? Se vende con los grandes espacios al aire libre…las montañas, los lugares abiertos, los lagos llenos de agua hasta la orilla. Se logra con gente joven y saludable. Se logra con atletas. ¿Cómo pensar que una bocanada de cigarrillo podría causar daño alguno en una situación como esa? Imposible, hay demasiado aire puro, demasiada salud —demasiada exudación de juventud y vitalidad— así es como lo logran.” (Fritz Gahagan, ex consultor de comercialización de la Industria Tabacalera)
No podemos negar que el acto de fumar es elegido por nosotros de manera voluntaria y que lo elegimos conscientemente, a pesar de las nefastas consecuencias que trae consigo. A pesar de esto, tampoco podemos negar que la industria tabacalera nos ha manipulado y nos sigue manipulando con mentiras en su publicidad, para que caigamos en las redes de esta droga y así ganar dinero a costa de la salud y el bienestar de la población.
¿Recuerdas al gracioso camellito de ojos grandes de la marca “Camel”?
Este simpático camello, tan conocido por todos, era atractivo sobre todo cuando éramos pequeños ya que se trataba de un dibujo animado. ¿Y qué pinta un dibujo animado en un anuncio publicitario de tabaco? Pues precisamente entrar en las mentes del primer público objetivo: los niños. Los niños habrían asociado de pequeños algo agradable (el simpático camello) con el tabaco lo que les influenciaría para convertirse en futuros fumadores.
Para la industria tabacalera, los niños y los jóvenes son un buen objetivo hacia donde dirigir la publicidad por varias razones. La primera es que se necesita reemplazar a los fumadores que van muriendo por nuevos fumadores y así asegurar las ventas y que cuanto más joven empiece a fumar la persona, más fuerte se hará el hábito y más difícil será que deje de consumir.
“…la base de nuestro negocio es el estudiante de la escuela secundaria.” (Lorillard, Ind.Tabacalera,1978)
La Industria Tabacalera ha gastado muchísimo dinero y tiempo en encontrar la fórmula publicitaria para enganchar a los jóvenes, llegando a realizar estudios e investigaciones para conocer qué es lo que hace que los jóvenes fumen. Por ello, decidieron crear anuncios con imágenes de jóvenes rebeldes, independientes, atractivos y maduros, algo muy apreciado entre la población adolescente, lo que provocaba que todos quisieran fumar y el que no fumaba era “un bicho raro”
Otro importante foco ha sido la mujer. Antes, estaba muy mal visto que una mujer fumara. Era cosa de prostitutas o mujeres de bajo nivel. La Industria Tabacalera no podía permitir ésta pérdida de público, por lo que decidió poner en marcha la moda de fumar entre la población femenina. Los anuncios pretendían dar la imagen de que la mujer fumadora era sexy, glamurosa, independiente y una mujer de éxito. Con esto consiguieron que la mujer, entre los años 40 y 50 comenzase a ser fumadora y que esto, estuviese muy bien visto.
La Industria Tabacalera, también pensando en la mujer, decidió comercializar los conocidos cigarrillos “lights” o como un producto adaptado a la mujer moderna, que es fumadora, pero que, como mujer, no deja de cuidarse pues fuma “light”. La manipulación es absurda, pues se ha demostrado que los cigarrillos light provocan bocanadas de humo más profundas y prolongadas, lo que en consecuencia genera el mismo daño que los cigarrillos normales.
Otra de las manipulaciones de la industria tabacalera para conseguir fumadores ha sido modificar las propiedades del tabaco para hacerlo más adictivo. Sabemos que la nicotina es la sustancia responsable de la adicción física al tabaco pero también se ha demostrado que ciertas sustancias añadidas como el alquitrán o el amoníaco aumentan ese poder adictivo, aparte de incrementar los efectos nocivos.
La Industria Tabacalera, ha afirmado, por otro lado, en varias ocasiones que el consumo de tabaco es un negocio para los gobiernos pues estos se benefician con los impuestos que pagan los fumadores cuando compran tabaco. Ciertamente, hoy en día, los gastos de los hospitales públicos en enfermos por tabaquismo ya han superado a los ingresos de los impuestos del tabaco.
Como puedes comprobar, el fumador es una víctima de esta manipulación. Han intentado vendernos a lo largo de los años, la imagen del fumador como una persona con carácter, rompedora, independiente, carismática cuando en realidad es todo lo contrario. Son personas que han sido engañadas desde la juventud y más que independientes, son dependientes de una sustancia que incluso les puede matar.
Dije al principio, que a pesar de las manipulaciones, difíciles de ignorar, uno es al final el que decide si fumar o no. Al igual que un día decidiste fumar, también puedes decidir dejarlo. No te voy a enumerar las consecuencias que el tabaco trae consigo, seguro que ya las sabes, pero si quieres dejarlo, espero que al menos este artículo te despierte las ganas de dar un paso más en la deshabituación. ¡Tú decides!
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