El cura de la iglesia decía en su sermón:
- Queridos feligreses: ha llegado a mis oídos el rumor
de que se ha instalado cerca de la iglesia una casa de esas,
de mala reputación, donde trabajan mujeres de la vida.
Pues bien, sepan que alguna de esas mujeres les puede
contagiar una enfermedad venérea y luego, ustedes llegan
a sus hogares y se la pasan a sus esposas...
¡Y ahí sí que nos jodemos todos!