La felicidad tiene dos partes
“Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo”
León Tolstoi
¿Repetir te hacer feliz? Muchos libros parecen dispuestos a ayudarte a vivir feliz, te proponen repetir consignas en la mañana. Consignas cuando estés triste o te sientas frustrada. Repetir a toda hora. Pero ¿es cierto que repetir de te hace feliz? Repetir reafirma tus creencias. Estimula tu subconsciente y logra que se vuelva consciente para ti. Pero ¿eso te hace feliz? Sí, pero solo si tú ya eras feliz.
Al repetir algo que ya sientes y de lo que estás convencido, aunque sea inconscientemente, solo lo reafirmas. Algunas veces tú no eras consciente de ello pero luego, de tanto repetirlo, comienzas a sentirte bien. Porque tú mismo te envías mensajes positivos.
Si no te sientes feliz, ¿Debes repetir? No, porque lo que vas a lograr es frustrarte. Es muy difícil engañarte. Tú eres inteligente. Si repites algo que tu subconsciente sabe que no es real, solo conseguirás sentir angustia y frustración por no lograr lo que esperabas.
Existen tantas “felicidades” como personas
Tu forma de sentirte feliz en única. Cada persona ve y percibe la felicidad de diferente manera. Busca tu propia felicidad. No es una frase prefabricada, es una realidad. Lo que hace feliz a tu familia, a tu vecino, no tiene por qué ser lo que te haga feliz a ti.
Para algunos consistirá en tener mucho éxito, para otros tener mucha fama y otros, quizá, quieran ser muy ricos. Para ti puede ser encontrar tu pareja ideal, descubrir un nuevo escritor o escuchar tu música favorita.
Cada momento de tu vida es diferente. Tú has evolucionado y sigues por ese camino. Es probable que lo que antes te hacía sentir muy bien y feliz, ahora ya no te importe. Esto pasa porque te has trazado nuevas metas y solo alcanzarlas te hará feliz.
La felicidad tiene dos partes
La primera es entender qué te hace feliz. Conocer cuáles son tus necesidades, tus aspiraciones, tus deseos. Buscando en ese camino es que vas a encontrar la felicidad. Si eres de las personas que cuando logra un objetivo nuevo ya está pensando en otro, debes modificar tu costumbre. No se puede estar siempre en el camino, hay lugares en los que hay que parar y celebrar.
Aprende a disfrutar tus logros. Valora todo lo que has hecho y el trabajo que te ha costado llegar a ese fin. De esta manera, sentirás la felicidad. Verás que bien se siente complacerse por un momento.
Luego puedes ir a por más. Es natural que así sea. Cada vez que logras satisfacer una necesidad, surgen varias más. Es importante que tengas bien claros cuáles son tus objetivos. Qué es realmente lo que deseas hacer. A veces parece que si hacemos un trabajo diferente o nos ocupamos de cosas que en principio no se asemejan con nuestra rutina o hábitos, no nos va a ir bien. Pero tú sabes que no es así.
El segundo paso es hacer lo que realmente deseas. Muchas veces es difícil proyectarse de una manera poco convencional, pero si es lo que quieres debes hacerlo. Si te gusta la pintura, la danza, la poesía, inténtalo.
No debes dejarlo todo como hacen en las películas y dedicarte exclusivamente a eso. Puedes ir probando poco a poco. Ver qué sientes al hacerlo o intentarlo, y si lo que sientes es felicidad…te ha tocado tu loteria. Dedícate todo el tiempo a eso porque realmente te va a salir muy bien.
Aleja las sensaciones adversas
Trata de evitar todo aquello que te quita energía. Evita el estrés y las discusiones infundadas. Todo eso además de hacerte mal, no te permite ver que está sucediendo a tu alrededor. Seguramente te están pasando cosas buenas, cosas que tienen que ver con tus objetivos, pero las valoras porque estás pendiente de otras situaciones o cuestiones.
Es muy importante fijar bien tus prioridades. Debes priorizar para ser feliz. Sí, ganar mucho dinero te hace bien, pero no debe ser el único de tus objetivos. Es más importante ser feliz. Enfoca todo tu esfuerzo en ello.
“La felicidad es un trayecto, no un destino. Trabaja como si no necesitaras dinero, ama como si nunca te hubieran herido, baila como si nadie te estuviera mirando”. Anónimo.
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