Las mejores horas
Te fuiste sin que me diera cuenta, Sigilosa como una gata por el tejado, Yo soñaba con tus labios y tus piernas, Cuando tú te alejabas ya sin amarme.
Me levante y vi que estaba solo, La oscuridad lamiéndome las manos, La puerta de mi vida entreabierta, Por la que habías escapado hacia no sé donde.
Me senté en la mesa y empecé este poema, Un poema de amor de despedida, Por cada hora que pasé contigo una lágrima, Por cada minuto una elegía
(Ernesto Córdoba Fuentes, Viña del Mar, Chile
Webset Copyright ©2011 Amatisa All Rights Reserved
|