¿Qué hago con mis celos?
Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo, que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta.
Miguel de Cervantes
Aceptar que se es celoso/a es todo un desafío y corresponde el primer gran paso. Sin embargo, no podemos quedarnos con la excusa de que se sufre de celos sin hacer nada al respecto. Vale la pena decir que este sentimiento es destructivo para nosotros mismos y para nuestras relaciones (ya sean de pareja, familiares, de amistad, etc).
Las personas celosas “por naturaleza” no suelen aceptar que padecen este problema, por ello es que hacer un “mea culpa” y admitirlo es para valientes, sin duda. La mayoría de estos individuos indican que no les agrada ser así, que sufren y que se sienten mal por hacer sufrir a los demás.
Todo radica en la poca auto-confianza, no en la desconfianza en el otro. Esta es la gran diferencia que debemos hacer para poder enfrentar a los celos y ganar la batalla. No será fácil, pero tampoco imposible.
¿Cómo dominar los celos?
Podríamos afirmar que no existe una cura 100% efectiva para los celos, porque siempre quedará un rastro de esta emoción en nuestra mente y sentimientos. Lo importante es conseguir que este rastro no condicione nuestras vidas ni la de nadie, lograr que la victoria sobre ellos sea un motivo más para sentirnos orgullosos de nosotros mismos.
Es preciso ser muy consciente del proceso que se está atravesando y apoyarse en los seres queridos. Con compromiso y dedicación, los celos pasarán a un segundo plano y mejorarás tus relaciones con los demás, además de sentirte mucho mejor contigo mismo.
En primer lugar, es necesario que lo aceptes. No es lo mismo decir “si, soy celoso/a” a afirmar “voy a trabajar para eliminar mis ataques de celos”. Esto se logra con la aceptación del problema. No quieras engañarte con frases del tipo “soy celosa porque amo a mi pareja” o “siendo celoso le demuestro a mi pareja que es lo más importante para mi”.
Tener este sentimiento no es algo para avergonzarse ya que se puede trabajar y mejorar, quizás lo que deba causar vergüenza interior, y de hecho la causa, es no asumir el problema.
El segundo paso es decir a la gente que aprecias lo mal que te sientes cuando eres celoso/a. Trata de encontrar el momento adecuado y usar las palabras correctas.
Por ejemplo, en lugar de decirle a tu esposa: “te vistes muy provocativa y es por ello que todos te miran en la calle”, dile “cuando te vistes demasiado sexy no puedo evitar sentir celos. Eres muy bonita y tengo miedo de que alguien te conquiste”.
Sé sincero contigo y con el otro. Eso sí, cuidado! Haberte sincerado no te da derecho a intentar controlar o manipular la conducta de nadie. No empieces a pensar que ahora que ya sabe que te sientes mal, tu pareja se pone determinados pantalones porque no le importas o incluso lo hace adrede para castigarte.
Escuchar es el tercer paso para dejar de ser celoso/a. Los demás también pueden decir lo que sienten al respecto, se trata de abrir un diálogo no de soltar un discurso. Lo que siente el otro es igual de importante y va a jugar una parte fundamental en el control de tus celos.
La palabra es una camino vital para la expresión de sentimientos igual que lo son los gestos. Si te tapas los oídos y cierras los ojos, si aíslas tus sentidos cuando te dicen que te quieren estarás perdiéndote la mejor arma con la que cuentas contra los celos.
En cuarto lugar, es preciso que seas razonable. Los celos nublan el pendamiento y van aumentando con tu imaginación. Si ante una llamada al móvil de tu novio te pones como loca porque empiezas a pensar cualquier cosa, entonces, serénate, presta atención a las señales, no imagines algo sin pruebas, pregunta de buena manera quién era, trata de que todo sea canalizado desde lo racional y no desde lo sentimental. Esto te supondrá un gran esfuerzo, sin dudas, pero si continúas en este camino, se convertirá en un buen hábito.
En relación a lo anterior, el quinto paso es no permitir que los celos te dominen o controlen, tú eres el que lleva el mando. Ser celoso/a está relacionado al miedo y este sentimiento es irracional. Cuando estás bajo las influencias de un ataque de celos es conveniente no tomar decisiones ni hablar.
Cierra los ojos, respira hondo y espera a que la tensión disminuya bajen. También esto requerirá un gran esfuerzo, pero vaya que vale la pena. Pasada la crisis, te darás cuenta de que las cosas no eran tan importantes como suponías y evitarás muchos problemas o discusiones sin sentido.
Por último, es vital que trabajes en tu autoestima. Los celos están provocados por la inseguridad personal. Si crees que no eres bonita/o, que no eres lo suficiente bueno para la pareja que tienes al lado, que tus padres prefieren a tu hermano antes que a ti o que tu compañero de trabajo es mejor que tu, es más probable que seas celoso. En cambio, si te amas, respetas y valoras, te darás cuenta de que eres muy importante para quienes te rodean.
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